La Primera Secretaria del Partido Comunista en Santiago de Cuba, Beatriz Johnson Urrutia, prometió entregar a la población de su territorio tres libras de arroz y cuatro de azúcar.
La "promesa de comida" llega tras protestas de los santiagueros este domingo, cuando salieron a las calles pacíficamente a denunciar el hambre y dejar clara su inconformidad con los abusivos apagones.
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"Estaban inconformes con el suministro eléctrico y la distribución de los alimentos, como la leche para los niños. Ya está en distribución parcial la canasta básica de alimentos y tres libras de arroz y cuatro libras de azúcar que están pactadas. Hay una gran movilización de dirigentes en función de dar respuesta", dijo Johnson Urrutia.
Aseguró que se "entregan ahora estos alimentos porque es ahora que disponemos de estos recursos", enfatizó la dirigente del PCC en Santiago.
Los gritos de la población a las autoridades el domingo fueron muy claros: "Tenemos hambre", "Patria y Vida", "No queremos muela". La reacción inmediata del régimen fue enviar un camión con alimentos para calmar la desesperación de las masas populares.
La protesta ocurrió en áreas aledañas a la dirección ejecutiva del PCC en el distrito 3 Antonio Maceo Grajales en Carretera del Morro. Desde un perfil oficialista aseguran que la entrega de alimentos comenzó en el mismo lugar de la manifestación.
"Las acciones se iniciaron inmediatamente con la distribución de algunos productos alimenticios, las mismas personas y familias presentes lo percibieron en el propio lugar. Acciones que se estaban realizando desde horas tempranas del propio domingo", dijo el usuario Aris Arias Batalla en Facebook.
El pueblo santiaguero le gritó "mentirosa" a la dirigente comunista y pusieron en tela de juicio sus palabras y la del gobierno de Miguel Díaz-Canel.
La población cubana no está de acuerdo con seguir sufriendo los apagones y el hambre. Tres libras de arroz y cuatro de azúcar no cambiarán esta dura realidad que sufren día tras día. La medida es solo un parche más que aplica el régimen, para frenar lo inevitable.
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