Vídeos relacionados:
Gerardo Hernández Nordelo, coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), pidió a Estados Unidos un año de tregua, "sin bloqueo" para que el régimen pueda probar si el modelo que intenta impulsar hace 60 años, funciona o no.
"Hay personas que por desconocimiento o ignorancia te dicen: ‘el bloqueo no es más que una excusa del Gobierno de Cuba para cubrir todas sus ineficiencias’ entonces quiten la excusa, si el socialismo no funciona", dijo Gerardo.
Lo más leído hoy:
Pidió con un lenguaje coloquial, una tregua al gobierno de Estados Unidos al que acusa de vivir asfixiando al pueblo cubano con el objetivo de "destruir la revolución".
"Suéltame a ver si yo puedo respirar o no, a ver si el sistema con el que hemos soñado funciona o no. Danos la libertad, vamos a hacer ese experimento. Danos un año, un año sin bloqueo, nada más, a ver si ese sistema que queremos construir funciona o no", comentó.
Las declaraciones de Gerardo quedaron recogidas en una entrevista realizada en La Habana, en diciembre de 2023, para Vocesenlucha y fue publicada esta semana en la web Siempre con Cuba.
El ex espía cubano dijo que toda su vida ha vivido bajo el embargo económico de Estados Unidos a Cuba y considera que con un breve período sin limitaciones, el régimen podría demostrar que sí puede construir un país próspero, algo que no han logrado en más de seis décadas en el poder.
En febrero de 1962 el presidente John F. Kennedy decretó por la Orden Ejecutiva 3447 el embargo total sobre el comercio con Cuba, como respuesta al proceso de nacionalización ordenando por Fidel Castro, en 1960, que afectó directamente los intereses de 5,913 compañías de Estados Unidos expropiadas sin retribución.
En 1964, el presidente demócrata Lyndon Johnson fue el primero en concertar el embargo como una sanción multinacional. Tuvo apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y aliados europeos. Prohibió drásticamente la venta de alimentos a Cuba y se negó a admitir los viajes de estadounidenses a la isla.
Desde entonces se han dado períodos de flexibilizaciones y de recrudecimiento de los parámetros del embargo. Las presidencias demócratas han sido más aperturistas, mientras que las republicanas han apretado las restricciones con órdenes ejecutivas y sanciones a La Habana.
La presidencia de Jimmy Carter fue la que dio pasos más decisivos para acercarse al gobierno cubano, pero todo se desmoronó por la renuencia de Fidel Castro a detener la intervención de tropas cubanas en las guerras de Angola y Etiopía y por el éxodo del Mariel con el que le puso la tapa al pomo en las relaciones bilaterales.
En la década de 1990 Bill Clinton figuró como el responsable de ampliar los vuelos a Cuba, y expandir el servicio de remesas con Western Union. Volvió un sutil acercamiento y aprobó la Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales y Promoción de las Exportaciones, que permitió las ventas de productos agrícolas a la isla.
Entró en vigor en el 2000 y es hasta la actualidad la grieta permanente en el embargo, porque desmontó el mito de que el mercado cubano no puede adquirir bienes en Estados Unidos.
Archivado en: