Las autoridades cubanas se vieron obligadas a dar una respuesta al caso de una anciana que murió en un asilo por sarna noruega (variante severa de la sarna común, conocida como sarna costrosa), una terrible historia que se difundió en Internet y que revela las condiciones de abandono que sufren muchas personas de la tercera edad en el país.
Esta semana, el periodista Ernesto Morales publicó las fotos de una anciana que el lunes llegó al Hospital Clínico Quirúrgico "La Dependiente", La Habana, llena de hormigas y gusanos, y a la media hora murió.
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Según dijo, otros dos señores llegaron al hospital en idéntica situación y también murieron. Los pacientes estaban en el Hogar de Ancianos 28 de enero, sito en la calle Dolores entre 10 y 11, Lawton, municipio Diez de Octubre.
Morales compartió un video en el que se ve el rostro de la mujer, totalmente cubierto por gusanos y unos bichos negros que parecen hormigas, que también están sobre la sábana que la cubre del cuello hacia abajo. Se ve claramente cómo los animales caminan sobre ella.
"No puedo explicar lo abominable que es dejar que se pusieran en ese estado de descomposición", comentó.
Tras la conmoción que originó la noticia, la Dirección Municipal de Salud emitió una nota en la que revela que la anciana se llamaba Adelaida Zamora Torriente, tenía 90 años y llevaba cinco meses y medio en el hogar, adonde llegó "por criterio social" y con problemas de hipertensión arterial, artritis, cifosis dorsal, gastritis, malnutrición y discapacidad.
Según el post, en estos años la abuela mantuvo "una evolución favorable, sin incidencias con el tratamiento para sus padecimientos", hasta que el viernes 3 de febrero el dermatólogo le diagnosticó sarna noruega y dermatitis crónica, sin poder confirmar la fuente de infección, "al no existir otros casos en el hogar con este diagnóstico, ni con síntomas similares".
De acuerdo con la nota, a la paciente se le indicó un tratamiento de baño con abundante agua tibia y jabón, crema de permetrina o vaselina sufrada, e hidrocortisona y triamcinolona para mejorar la piel, además de lavar con agua caliente de la ropa de cama y pijama, "pues el hogar cuenta con condiciones para cumplirlo", dice el texto.
Ese mismo día el médico de asistencia del hogar constató que Adelaida se había ido deteriorando y decidió informar a la familia (su única hija), entrevista que se realizó el lunes 5 de febrero.
"El viernes 9 de febrero Adelaida amanece con marcado decaimiento, somnolienta, disminución de la fuerza muscular y lenguaje incoherente por lo que presuntivamente se interpreta como una isquemia. Ante este cuadro su doctora de asistencia le diagnostica una enfermedad cerebrovascular en curso", añade la información.
La nota señala que la anciana se remitió al hospital La Dependiente, y estando allí con su hija falleció sobre las 11:00 am, como consecuencia del cuadro neurológico.
Según la Dirección de Salud, se visitó el hogar y se comprobó que tiene buenas condiciones de higiene y los ancianos muestran un aspecto adecuado, que la paciente tuvo buena atención, y que su hija estaba conforme y admitió que su deterioro fue muy rápido.
"La sarna noruega se caracteriza por una erupción generalizada, de pápulas y placas eritemato descamativas (...) Los restos que se muestran en la imagen no son hormigas, sino parte de las lesiones (costras) producidas por la hiperqueratosis", detalla.
Internautas cubanos reaccionaron con indignación a la respuesta oficial del Ministerio de Salud Pública.
"No sé ustedes, pero yo vi el video y no sé nada de medicina y sarna noruega y tal... Pero lo que sea que tenía la señora encima, estaba caminando", expresó uno.
"¿Chinche? No, perdón, sarna noruega... La elegancia ante todo. Ustedes no tienen perdón, ni en esta vida ni en las próximas", afirmó otro.
"Ya no tienen vergüenza. Una historia infantil. Morir de sarna en la 'potencia médica'", ironizó un tercero.
"Qué falta de respeto, pero además, de humanidad y empatía. A esa señora le caminaban los bichos por arriba, pero además estaba descomponiéndose viva. (...) Ladrones, asesinos asquerosos. Condenaron a médicos que intentaban salvar vidas sin recursos y ahora dejan morir a ancianos podridos con bichos en evidente estado de putrefacción", cuestionó una joven.
Es conocido que los asilos de ancianos en Cuba no cuentan con suficientes recursos para la atención de los residentes. No tienen ropa para dar a los internos, escasean los alimentos, medicinas e insumos de higiene, situación que en no pocas ocasiones se agrava por el comportamiento mezquino y abusivo de los trabajadores de esos centros.
En mayo de 2021, un anciano se fracturó la cadera en un asilo del municipio matancero de Perico y fue ingresado en un hospital de Colón, donde estuvo más de 10 días soportando dolores y sin ser operado, completamente desatendido por parte del asilo.
"No se ha muerto gracias al humanismo y la solidaridad de los acompañantes de otros pacientes en el lugar y a los responsables de la sala", denunció el activista Félix Navarro, quien precisó que "desde el hogar de ancianos de Perico no han garantizado un personal para que esté con él, a tiempo completo, atendiéndole".
En marzo de ese año, un residente en Cienfuegos denunció la pésima situación en que se encontró a su madre, una anciana que estaba interna en un asilo en Cumanayagua, donde cogió escaras y hasta escabiosis (sarna).
El denunciante explicó que habían remitido a su madre un hospital con escaras en mal estado, rígida, con sarna, hemoglobina en 6, con la vista fija y orinada y hecha caca.
"Yo me pregunto, ¿qué están haciendo -si no tienen medicamentos- en esos hogares de ancianos que se dice por la televisión que no les falta nada, que los viejitos están bien alimentados, que tienen medicamentos de todo tipo? Eso es mentira, eso es incierto. A esos viejitos ni los bañan, la prueba está ahí", dijo en un vídeo enviado a esta redacción.
En septiembre de 2020, una cubana residente fuera de la Isla pidió ayuda en las redes sociales para localizar a su madre, una anciana interna en el Hogar Hermanas Giral, en Marianao, donde las condiciones higiénicas y de alimentación eran pésimas.
"Ha cogido sarna, piojos, que le saqué en una ocasión 50 piojos; le machucaron el pie con una silla de metal y el pie se le puso negro, que no se lo cortaron por un milagro de Dios", detalló la mujer.
"Ha perdido el conocimiento en unas cuantas ocasiones porque le ponen insulina con una mala alimentación y escasa. Imagínate que le dan la mitad de un pan con dos dedos de yogurt en las meriendas, y cuando falta uno de los dos, le dan el que haya", añadió.
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