La Superiora de las Hijas de la Caridad en Cuba, Sor Nadieska Almeida Miguel, envió un mensaje a los cubanos que, en medio de las penurias en que viven, no son capaces de aprovechar un momento de cercanía con los dirigentes y denunciar su situación, por el contrario, se deshacen en aplausos y elogios hacia estos.
La monja cubana cuestionó la actitud de algunos compatriotas que aplauden los discursos triunfalistas del régimen sabiendo que son falsos, para luego quejarse de que no tienen nada y criticar lo mismo que antes aplaudieron.
La religiosa se refirió -sin mencionar de forma expresa- a tres mujeres de Río Cauto, en Granma, que durante una reciente visita de Miguel Díaz-Canel a ese territorio se mostraron emocionadas y eufóricas por estar cerca del gobernante.
"He visto con dolor dos videos que me han hecho pensar en lo fácil que somos de manipular, o cómo mentimos para no buscarnos problemas", dijo Almeida.
"Lo que desconcierta, como siempre, es la mentira, la repetición de consignas que aprendimos y que se siguen gritando cuando es oportuno para expresar que todo está bien, que se siguen cumpliendo metas. Se gritan FALSEDADES y se escuchan las mismas y decadentes promesas. Nos mienten, aplaudimos y mentimos", criticó.
La Hija de la Caridad se preguntó cómo es que la gente pierde la posibilidad de decirle a los gobernantes todos los problemas que tienen, la escasez de alimentos, de medicinas, los apagones y los altos precios.
"¿Por qué no les decimos que nuestros niños no tienen desayuno y que las madres están decidiendo entre la alimentación y la escuela? (...) ¿Por qué no les decimos que no hay medicamentos, que hay lotes de Duralgina vencidos y se pretende inyectar con eso a los enfermos? ¿Por qué no les decimos que no hay harina para el pan cotidiano...", inquirió.
"¿Por qué no aprovechamos estas oportunidades para decirles que no alcanza el salario para vivir dignamente? ¿Por qué no les presentamos a tantos adultos mayores que han quedado solos porque su familia se ha visto forzada a emigrar buscando un futuro mejor para sus hijos? ¿Por qué no les hablamos de las interminables horas de apagones en las que se hace casi imposible descansar para iniciar la nueva jornada al día siguiente, en las que se echa a perder la poca comida que se logra comprar?", detalló.
"¿Cómo podemos vivir con nuestra conciencia aplaudiendo discursos triunfalistas sabiendo que no son ciertos, que nos mienten? ¿Cómo podemos aplaudir para luego quejarnos de que no tenemos nada?", recalcó.
Sor Nadieska recordó que estamos en época de Cuaresma, en la que los católicos intensifican su relación profunda con Dios, toman conciencia de su modo de vivir e intentan concretar maneras de ser mejores cada día.
"Aunque es posible que no todos sepamos lo que es la Cuaresma, sí sabemos diferenciar entre la verdad y la mentira, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Me duele mucho que no seamos capaces de optar por la verdad con todas sus consecuencias, sobre todo porque lo que seguimos dejando a las generaciones jóvenes es la falsedad, la vida en la mentira, la doblez, y ellos, como nosotros, se acostumbrarán a lo indebido, dirán sí cuando el corazón o la razón dicen no", lamentó.
"La Cuaresma nos regala una vez más la oportunidad de volver a mirar hacia dentro de nosotros mismos, de buscar la verdad y decidir si queremos vivirla. Nos encamina hacia la luz. ¿Estamos dispuestos a hacer valientemente el camino con todas sus consecuencias?", agregó.
Esta monja cubana, conocida por sus críticas al régimen, afirmó en septiembre pasado que el pueblo cubano está cansado de discursos y promesas.
"Les invito -dijo a quienes ocupan puestos de autoridad- a que dejen de mirar sus propios intereses y vuelvan la mirada a este pueblo que ya se cansó de discursos y promesas, que ya está harto de sufrir tanto. Ya es hora de dejar de lado tantos egoísmos, tanto engaño".
El 8 de septiembre, en un mensaje dedicado a la Virgen de la Caridad del Cobre, describió su dolor por el sufrimiento de los cubanos, y le pidió a su Santa Patrona que les diera valor para luchar por lo que merece.
"Quiero un pueblo libre. Quiero un gobierno dialogando. Quiero inclusión en esta casa Cuba. Quiero posibilidades para todos. (...) Quiero escuchar a los jóvenes con opciones dentro de esta hermosa isla. Quiero que los ancianos estén acompañados y sin hambre, con acceso a medicinas y sin preocupaciones para sobrevivir, sino con aliento para vivir. Quiero familias que se sienten a la mesa a comer dignamente aquello que se han ganado con su propio esfuerzo", expresó.
"A Ella, tan cerca ya de su fiesta, una vez más le pido: Danos la libertad, danos el valor que precisamos para luchar por lo que nos merecemos. Regálanos, María, la fidelidad a la verdad que necesitamos para no seguir callando tanta injusticia, danos el amor por la patria de nuestros próceres para que nuestra conciencia cubana no sea apagada, sino que busquemos juntos caminos liberadores para todos", añadió.
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