Definida como una “obra estratégica para Cuba” y la consecución de la tan propagada “soberanía alimentaria” del país, los constructores de la presa Levisa tienen que compaginar su trabajo con la producción de alimentos en la zona.
Así se los exigió el gobernante Miguel Díaz-Canel durante una reciente visita a Holguín, como parte de su recorrido por pueblos y ciudades de Cuba para explicar las medidas económicas de su gobierno para “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.
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Un reportaje del oficialista Noticiero Nacional de Televisión resaltó el pedido del gobernante a los constructores de la presa Levisa, a los que llamó a potenciar la producción de alimentos en el oriente de Cuba, tanto para la venta a la población como para el autoconsumo.
“Ahora están cosechando boniatos. Ya sembraron un paño de maíz, una hectárea de maíz. Y otra de yuca”, explicó un camionero al medio estatal. Según Carlos Luis Abreu Junco, director de la ECOI 16 (empresa constructora de obras de ingeniería), los trabajadores son “conscientes de que siempre podemos aportar más, sacar el extra”.
Los especialistas explican que la presa Levisa “funcionará como vaso comunicante con la presa Mayarí y añadirá recursos hídricos para agricultura, generación energética, desarrollo acuícola y abasto a la población, la industria y el turismo”.
La obra está incluida en el proyecto de trasvase "multimillonario" del Este al Oeste, construido a base de túneles, canales y puentes y considerado “como la obra de ingeniería hidráulica cubana más importante del siglo XXI”.
Su construcción comenzó hace más de cinco años, aunque las obras para el vital trasvase dieron inicio en 2005. El objetivo final es conectar un extenso terreno entre la presa Nuevo Mundo, en el municipio de Moa, al embalse Juan Sáez, de la vecina Las Tunas,
Veinte años después de iniciadas las obras de embalse y canalización, vitales para la agricultura, la ganadería, la electrificación y el progreso en el Oriente de Cuba, el gobernante Díaz-Canel (que visita la zona desde que era primer vicepresidente de Raúl Castro) llamó a los trabajadores (conocidos como "castores") a sembrar las tierras que ocupan las obras y producir alimentos para el autoconsumo y la distribución local, en el municipio Mayarí.
“Esta es una obra ejecutada en tiempos de mucha afectación a causa del ‘bloqueo’, pero en la que se han ido buscando soluciones”, afirmaba Abreu Junco en diciembre de 2023.
Según la página web del ministerio de la Construcción, la presa Levisa se construye como parte del conjunto hidráulico Trasvase Este-Oeste, con el objetivo de servir como vaso comunicante del sistema y la derivación del escurrimiento del rio Levisa, y trasvasarlo hacia la presa Mayarí.
“Esta obra se ejecuta en medio del recrudecimiento del injusto y cruel bloqueo a que está sometido nuestro país; por tanto, para su ejecución hay que multiplicar los esfuerzos, trabajar duro, en condiciones difíciles, con un equipamiento de muchos años de explotación; pero con la voluntad y consagración de un colectivo de trabajadores constructores, capaces de vencer y culminar una obra, que fundamentalmente tributará agua a los planes agrícolas de la zona norte oriental del país, y con ello contribuirá a nuestra soberanía alimentaria, además de abastecer de agua a las comunidades próximas”, concluye el organismo.
Sin embargo, la millonaria obra -vital para los planes de "soberanía alimentaria" del régimen cubano- se ve nuevamente comprometida por la necesidad urgente de producir alimentos, en lo que constituye un círculo vicioso que ilustra el desgobierno imperante en la Isla.
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