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El coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Gerardo Hernández Nordelo, celebró el cultivo de una anciana en La Habana, que plantó ajos, especias “y alguna que otra malanguita” en unas macetas en el balcón de su apartamento.
“En su balcón de un cuarto piso, en San Agustín, La Lisa, Juana Aleida cultiva ajo, especias, y alguna que otra malanguita”, aplaudió en sus redes sociales el cerebro de la campaña ‘Cultiva tu Pedacito’, que pretende fomentar la cultura del autoconsumo y la "soberanía" entre una población en riesgo de inseguridad alimentaria.
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Vestido como un paisano más de la humilde barriada habanera, Hernández Nordelo se fotografió con Juana abrazándolo, como si tuviera ante sí al mesías que pretende redimir el hambre de los cubanos, enseñándoles los misterios de la germinación en los tiestos y el cultivo en ese vergel paradisíaco y etéreo que es “tu pedacito”.
Con cara rozagante de haber dormido y desayunado como un rey, el líder de la chivatería de barrio en Cuba, no tuvo ningún reparo en plantar su corpachón en el balcón enrejado de cabillas de Juana, mezclando su colonia de espía indiscreto con la fragancia de las modestas aromáticas.
Su publicación obtuvo más de 1,500 comentarios, la mayoría de ellos recordándole cuál es la situación de los ancianos y personas vulnerables en Cuba, la incapacidad del régimen para revertir la crítica situación y la hipocresía de sus dirigentes.
“En Cuba los ancianos están totalmente abandonados con jubilaciones miserables de 1,500 pesos que no alcanza para tres días; sin leche, alimentos y medicamentos adecuados”, le contestó un cubano.
“Para Juana eso es un hobby. Pero para un funcionario de un país, eso es una vergüenza. Que un país con buenas condiciones hidrográficas, las tierras fértiles y mano de obra profesionalizada ponga esto como un logro, no tenga DERECHO A SALIR ADELANTE… Lástima que los que etiquetan estas estupideces sean los que pusieron a decidir el futuro de Cuba”, opinó otro.
“Si no lo hace así, se muere de hambre, porque los que le prometieron que se lo darían todo, ahora no le dan ni el pan de cada día”, concluyó otro de los cientos de cubanos que reaccionaron indignados a la publicación.
Horas más tarde, viendo el avispero que había alborotado con su absurda e infantiloide propaganda, salió Hernández Nordelo a burlarse en Facebook de la desesperación y el malestar de los que le criticaron.
“Es curioso que a los mismos que apoyan el bloqueo para rendirnos por hambre, les molesta que seamos creativos para resistir, y 'se rasgan las vestiduras' con una publicación como esta”, dijo el agrimensor del pie cuadrado, etiquetando uno de esos mantras infalibles para los "verdaderos revolucionarios": Aquí no se rinde nadie.
Efectivamente, ni ellos se creen que su voluntad sea heroica, o que su "resistencia creativa" sea eficaz para paliar el hambre.
No tienen idea de cómo gobernar fomentando la prosperidad en la nación, pero se saben el manual de consignas al dedillo y tienen el monopolio de la violencia en función de mantenerse en el poder. "Aquí no se rinde nadie"... ni tampoco, entre ellos, nadie piensa y actúa con coraje y honestidad.
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