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Gobierno cubano modifica método para el cálculo de las pensiones por edad e invalidez total

El Decreto 99 establece una nueva fórmula de cálculo de estas pensiones “a fin de atenuar los gastos del presupuesto de la seguridad social”. La medida se inscribe en el contexto del "paquetazo económico" anunciado días atrás, y que contempla una subida de precios en todos los servicios básicos.

Cubanos usando los cajeros automáticos © Omara García Mederos
Cubanos usando los cajeros automáticos Foto © Omara García Mederos

El gobierno cubano modificó el método que sigue para calcular la cuantía de las pensiones por edad y por invalidez total, “a fin de atenuar los gastos del presupuesto de la seguridad social”.

Con la publicación del Decreto 99 en la Gaceta Oficial Ordinaria número 1 de 2024, el Consejo de Ministros acordó modificar el artículo 195 del Decreto 283 “Reglamento de la Ley de Seguridad Social”, de 6 de abril de 2009.

La modificación afecta a la base de cálculo de la pensión por edad e invalidez total, que a partir de ahora se determinará “sobre el salario promedio mensual que resulte de los mayores salarios devengados por el trabajador durante cinco años, seleccionados de entre los últimos quince años naturales anteriores a la solicitud de la pensión”.

El ajuste en el método de cálculo reducirá las pensiones de aquellos trabajadores que percibían “pagos en concepto de utilidades”, contemplados en el “cálculo para las prestaciones de la seguridad social a largo plazo”.

El gobierno de Miguel Díaz-Canel reconoce que “el envejecimiento de la población cubana incide en el incremento de los gastos del presupuesto del sistema de seguridad social, debido al aumento del número de personas que arriban a la edad de jubilación y del tiempo de permanencia como pensionado”.

Asimismo, reconoce que la crisis migratoria provocada por su gestión incide en el escenario de la fuerza laboral activa del país, “así como a la disminución de los contribuyentes al sistema por el no reemplazo de la fuerza ocupada”.

“Como resultado del pago por la distribución de utilidades, se han generado pensiones con elevadas cuantías, por lo que se requiere modificar el procedimiento para determinar la base de cálculo de las pensiones por edad e invalidez total, a fin de atenuar los gastos del presupuesto de la seguridad social”, concluye el mencionado Decreto.

La norma advierte que cuando el salario promedio incluye -como base de cálculo para las prestaciones a largo plazo de la seguridad social- el pago por distribución de utilidades, por sistemas de pago por resultado, u otros pagos reconocidos legalmente que no constituyen salario y que forman parte de la base de cálculo para las prestaciones a largo plazo, entonces se considerará “como base de cálculo de la pensión el ciento por ciento de dicha cuantía, más el exceso minorado por la aplicación de la escala regresiva de la forma siguiente:

  1. ) Hasta nueve mil quinientos diez pesos, se considera el ciento por ciento como base de cálculo de la pensión;
  2. ) al exceso de nueve mil quinientos diez pesos hasta diecinueve mil veinte pesos, se le aplica el sesenta por ciento;
  3. ) al exceso de diecinueve mil veinte pesos hasta veintiocho mil quinientos treinta, se le aplica el cuarenta por ciento; y
  4. ) al exceso de veintiocho mil quinientos treinta pesos, se le aplica el veinte por ciento”.

La Gaceta aclara que se mantiene hasta el año 2025 el procedimiento transitorio para el cálculo de pensiones y subsidios de la seguridad social (previsto en el Decreto-Ley 18, de 24 de noviembre de 2020), con la aplicación de las reglas previstas en el Decreto 99.

El Decreto 99 y la "corrección de distorsiones" de la llamada "continuidad"

El Decreto 99 constituye uno de los primeros pasos del régimen cubano que, en palabras de Díaz-Canel, prometió que en 2024 se haría "un abordaje integral de los asuntos económicos, ideológicos y sociales", ante el reconocido fracaso del "ordenamiento económico".

La medida del Consejo de Ministros de la "continuidad" se inscribe en el contexto del "paquetazo económico" anunciado días atrás y que contempla una subida de precios en todos los servicios básicos, a pesar del empobrecimiento sostenido de la población.

Con la entrada en vigor (enero de 2021) del "ordenamiento económico y monetario", el régimen cubano fijó el salario mínimo en 2,100 pesos cubanos (CUP), mientras que las pensiones oscilan entre los 1,528 y 1,733 CUP.

En septiembre de 2022, la ministra de Trabajo de Cuba, Marta Elena Feitó Cabrera, reconoció en la Mesa Redonda televisiva que los salarios y las pensiones no alcanzaban.

"Decir en estos momentos que los ingresos son suficientes sería totalmente falso. Son insuficientes, no solamente el salario, también las pensiones y las prestaciones de la asistencia social, porque el salario ha perdido capacidad de compra", admitió.

Poco antes, en febrero de 2022, el gobernante designado por el general (r) Raúl Castro casi triplicó el importe de las pensiones de militares jubilados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ministerio del Interior (MININT), según reconocieron algunos beneficiados a CiberCuba.

"Muchos de nosotros nos jugamos la vida por esta revolución y también pasamos necesidades, así que nos merecemos el aumento porque las pensiones no nos alcanzaban para casi nada, tras el aumento de precios que estamos teniendo en los últimos meses", declaró uno de los agraciados.

Con la medida, que no se adoptó con luz y taquígrafos, un ex oficial del MININT que, hasta el momento percibía 2,400 pesos de pensión, empezó a cobrar casi 10,000, según reconoció a este medio.

"Si nosotros anunciáramos hoy un incremento del salario, la felicidad no iba a durar, en las condiciones en que estamos, ni al primer mes de cobrar ese salario, porque los precios se iban a disparar y se iba a comer ese incremento, que al final se iba a volver nulo. Íbamos a volver al mismo espiral", precisaba Feitó Cabrera en la televisión nacional seis meses después del aumento de las pensiones de militares y represores.

El régimen renueva su promesa de prosperidad cada diciembre, mientras más sectores poblacionales se ven marginados a los límites de la pobreza extrema.

En el último mes de 2022 el régimen cubano prometió que 2023 sería un mejor año. Sin embargo, recientemente reconoció que en el periodo la inflación se disparó y fracasaron las medidas económicas implementadas en la isla, por lo que habría que "abordar integralmente los asuntos económicos".

El Decreto 99 viene a intentar subsanar un "error de cálculo" del fracasado "ordenamiento económico" y forma parte de la nueva política del ministro Alejandro Gil Fernández, empeñado ahora en "corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2024".

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