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La joven cubana Massiel Carrasquero Ramos ha hecho un acto de buena voluntad por el día de Reyes en Cuba: repartir caldosa, junto a amigos, a personas vulnerables en La Habana.
La iniciativa fue propuesta el pasado primero de enero, a inicios de año nuevo. Desde su perfil en Facebook, donde se identifica como Massy Carram, esta joven anunció que para el 6 de enero quería hacer una caldosa para salir a repartir. “Las personas no solo comen el 31/12”, dijo.
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Su idea tuvo acogida entre sus seguidores, que enseguida se dispusieron a ayudar en lo que fuese: pelar viandas, especias, donar dinero o repartir comida en cualquier lugar de La Habana donde se encontrara una persona en situación de calle.
Días después, al actualizar sobre esta iniciativa a la que nombró “Proyecto Caldosa”, contó de los impedimentos que tuvo para comprar las viandas que utilizaría.
“Ayer salí a comprar viandas y carnita (huesos o gorditos) y los agros están vacíos. Todo el mundo me dijo que para el día 4 se ´normaliza´ la venta de viandas, que espere a que pasen las fiestas”, escribió en una publicación de Facebook.
Aun así, la colaboración de amigos no faltó y entre varias donaciones, entre las que se incluyeron monetarias, la joven pudo adquirir sus productos para la caldosa, una iniciativa que llega en momentos de creciente inseguridad alimentaria entre la población cubana, sobre todo, el sector más envejecido al cual no le alcanza la pensión proporcionada por el gobierno ante la galopante inflación que afecta a la isla.
Para día de Reyes, celebración no oficial en Cuba, el “Proyecto Caldosa” logró hacer 57 pozuelos llenos del alimento, junto a pan y plátanos para acompañar, según compartió la joven.
“Gracias todos, toditicos. Esto fue un trabajo en equipo y los resultados fueron más de lo que esperaba”, escribió.
La iniciativa de Massiel y sus colaboradores se suma a otras ideas que han surgido por estas fechas festivas en Cuba, donde muchas personas no tuvieron una cena suntuosa, en total contraste a las ofrecidas por algunos hoteles en el país a turistas.
La más resonada por estos días fue la generosidad del dueño y los trabajadores del Bar K5 en Guanabo, La Habana, donde 180 ancianos y niños de bajos recursos pudieron disfrutar de una cena de fin de año el pasado domingo 31 de diciembre.
Las imágenes del gesto altruista fueron difundidas por el dueño del negocio Hugo Puig González, quien dijo se trató de un evento inolvidable.
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