Un cubano de 73 años, profesor en la Universidad Internacional Iberoamericana, compró ayer en México su primer auto.
En un video compartido a través de Facebook y TikTok por la usuaria Annia Almeyda Vázquez, se ve la emoción del profesor identificado como Miguel Vázquez, al momento en que recibe su nuevo auto.
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“¡Ayer fui testigo de la realización de un sueño!”, revela la creadora del clip que además es compartido con la canción "México en la Piel" de Luis Miguel.
Según Almeyda Vázquez este hombre es su primer amigo cubano en Campeche, estado mexicano donde residen, y ayer logró cumplir un sueño que tenía.
“Los sueños no tienen fecha de caducidad, tampoco hay límite de edad para su realización”, reflexionó la mujer.
También compartió que su “amigo ha tenido una vida fecunda, ha hecho muchas cosas y ha tenido muchos logros profesionales. Más importante aún, tiene una linda familia, esposa, hijos y nietos que lo aman y muchos amigos que disfrutan de su carisma”.
En el video de poco más de 20 segundos se observa como varios acompañan al titular del nuevo auto en su recibimiento y brindan por el logro alcanzado.
“Mi amigo me dijo: ‘a mí todo me ha llegado tarde, más bien yo he ido en busca de ese todo sin esperar a que me llegue, pero en fin, todo lo que razonablemente he querido lo he alcanzado’”, concluyó la mexicana que declaró haber aprendido que aprendí que nunca es tarde para estrenar.
A principios de agosto, un joven cubano, profesor de computación de 38 años, compartió en redes sociales su emoción al comprar en Estados Unidos su primera computadora portátil.
Excitado por la cantidad de modelos y prestaciones diferentes de los equipos en la tienda, Yoel, como se identifica el joven, explicó que había sido profesor de computación en Cuba, pero nunca había tenido la ocasión de comprarse un portátil, a pesar de ser una herramienta fundamental para su trabajo.
“¡Con mi dinero, con mi salario!”, dijo el joven, que se mostró sorprendido de la variedad de equipos a la venta, así como del “milagro” de poder comprar uno de estos ordenadores con su salario estadounidense.
Perplejo al comprobar que el salario y el poder adquisitivo de un profesional como él en Estados Unidos es infinitamente superior al de Cuba, el joven envió un mensaje en inglés y español expresando su felicidad.
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