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Daysi Esther Casimiro Ferrer, madre del cubano abatido a tiros por la policía española cuando intentó atacar a un oficial con una barra de hierro el día de Navidad, dijo que su hijo “no era un delincuente, sino un esquizofrénico al que le falló el sistema”.
Aún en el proceso de asimilar la noticia, Casimiro Ramírez expresó a elDiario.es que “ahora me toca enterrarlo, llorarlo, hacer mi duelo, y después ponerme en pie y luchar por que se haga justicia”.
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Henry Casimiro tenía 34 años cuando murió abatido por la policía en un descampado situado en un polígono industrial en La Coruña, Galicia. Padecía esquizofrenia paranoide.
Su madre, quien es médica forense, denunció que la policía no lo detuvo, mientras busca desmentir el relato oficial que le atribuye antecedentes delictivos a su hijo.
“Yo lo menos que puedo hacer por él es no dejar que España entera piense que era un delincuente; no lo era, porque jamás en la vida había robado cinco céntimos”, reiteró la madre que recuerda que “Henry estudió en Londres y hablaba cinco idiomas. Vivía con su pareja en Segovia, donde trabajaba como guía turístico”, recoge el mencionado medio de prensa.
Al narrar los hechos, Casimiro Ferrer desconsolada ha argumentado que su hijo estaba enfermo y “nadie ha hecho nada, lo que ha fallado es el sistema, mis mismos compañeros”, al tiempo que enfatiza que “lo que ha pasado no debía haber ocurrido, porque llevo un mes pidiendo ayuda y por la ley de protección de datos nadie ha hecho nada”.
El sábado pasado, Henry la llamó desde el albergue de la Fundación Padre Rubinos, que da refugio de emergencia para personas sin hogar, y donde “iba a comer". Estaba "muy preocupada" al comprobar que su hijo "no se encontraba bien" y llamó a la unidad y al 061 para explicar cuál era el problema. También acudió a la policía, pero 48 horas después solo recogió el cadáver de su hijo.
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