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El profesor y activista cubano, Pedro Albert Sánchez, se declaró este martes en huelga de hambre tras la revocación de la medida de libertad limitada impuesta por los tribunales del régimen, y la decisión de que ingrese nuevamente en prisión para cumplir cinco años de condena por ejercer su derecho a la libre expresión y manifestación.
Ante este hecho, el Observatorio de Libertad Académica (OLA) emitió un aviso en sus redes sociales, alertando de la renovada represión sobre el activista y del peligro que entraña su decisión, agravado por su edad (67 años) y su condición médica de paciente de cáncer de próstata, diagnosticado en 2018.
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“El Observatorio de Libertad Académica emite una Alarma ante la noticia de que el Pfr. Pedro Albert Sánchez ha decidido iniciar una huelga de hambre al conocer que deberá cumplir la sentencia inicialmente dictada de 5 años de prisión con internamiento, sin que se le tengan en cuenta los doce meses que ya permaneció encarcelado y anulando la sustitución por ‘limitación de libertad’”, indicó OLA en Facebook.
Asimismo, OLA instó “a la solidaridad urgente y la mediación de instancias internacionales que intercedan por el maestro en riesgo”, y acotó que “se trata de un pedagogo jubilado con una condición médica delicada debido a una patología oncológica”.
“En Cuba hay maestros presos”, afirmó el Observatorio en una etiqueta que acompañó el mensaje de redes sociales.
A finales de enero, Albert Sánchez fue condenado a cinco años de limitación de libertad por el Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre por su participación junto a otros manifestantes en las protestas del 11 de julio de 2021.
La sentencia, enviada a CiberCuba, sancionaba a Albert Sánchez por los supuestos delitos de desorden público y desacato, a “cinco años de privación de libertad, sustituida por limitación de libertad en igual período”, pena que deberá cumplir “bajo el control e influencia del juez de ejecución”.
Encarcelado durante un año en la prisión de Valle Grande a la espera de juicio, el docente cubano intentó llamar la atención de la comunidad internacional con varias huelgas de hambre que deterioraron su salud y que obligaron a trasladarlo a la enfermería del penal para que recibiera atención médica.
A finales de noviembre, Albert Sánchez escribió una carta al relator para los Derechos Humanos de la Unión Europea (UE), Eamon Gilmore, en la que le rogó que visitara a los presos políticos del régimen durante su visita a la Isla.
En su misiva el activista dio testimonio de la sistemática violación de los derechos humanos y las libertades políticas de los cubanos.
“Por esta vía le doy a conocer mi más profunda convicción de que en Cuba se violan de forma sistemática los más elementales derechos de los ciudadanos a expresar sus inconformidades con el actual régimen totalitario que gobierna de forma militarizada los destinos de la Nación Cubana”, comenzó diciendo Albert Sánchez en su carta.
Además de ello, el preso político se refirió a la persecución que sufren disidentes, opositores, periodistas independientes y activistas, a los que no se les permite “ejercer el derecho a las reuniones o a las manifestaciones pacíficas”.
Tras hacerse pública su denuncia, la Seguridad del Estado lo detuvo el pasado 22 de noviembre y lo mantuvo aislado e incomunicado en el centro de detención Vivac de Calabazar, en La Habana, donde se volvió a declarar en huelga de hambre. Activistas de la sociedad civil cubana exigieron su inmediata excarcelación.
Sin embargo, el régimen totalitario cubano ha decidido nuevamente encarcelar al valiente e ilustre activista, en un gesto que denota una vez más el carácter represivo y el terrorismo de Estado que impera bajo el gobierno de la llamada “continuidad”.
Albert Sánchez impartió clases en la Escuela Vocacional "Federico Engels" de Pinar del Río. En diciembre de 2020, anunció la realización de una caminata en La Habana y criticó al gobierno de Miguel Díaz-Canel por reprimir a sus ciudadanos, sobre todo tras la sentada pacífica del 27N.
Con varias huelgas de hambre como único recurso de protesta, la salud del activista cubano se debilita cada vez más, mientras sus convicciones y su voluntad de seguir manifestándose se fortalecen.
En una carta, a la que tuvo acceso Martí Noticias, el profesor escribió: "En tiempos de revolución los revolucionarios van generalmente a prisión, al destierro o a la muerte, yo elegí la muerte antes que una prisión obediente; pido disculpa a mis seres queridos y demás personas que sufren por mi elección pero es la única opción que me han dejado para defender mi dignidad".
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