Un repartidor cubano de Amazon no entiende de barreras en Miami, tal y como quedó demostrado en un video compartido por redes sociales.
La entrega de un paquete en una urbanización vallada se complicó para el empleado, que no tuvo paciencia para que le abrieran la puerta.
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Sin embargo, el cubano hizo una “Amazon flex” (así llamó a su técnica de entrada) y consiguió colarse por la rendija inferior de la valla, para después lanzarse a la carrera en busca de la vivienda del cliente.
La escena fue grabada por amigos cubanos que se rieron de la ocurrencia del repartidor, y que compartieron el video en el sitio de humor lmfaomiami.
La actitud del joven empleado de la empresa de comercio electrónico fue diametralmente opuesta a la del tiktoker cubano -trabajador de Amazon también- que se negó a subir un paquete a un tercer piso alegando que era demasiado pesado y hacía mucho calor.
"Si les da la gana vienen y lo buscan acá abajo", se le escuchó decir frente a la cámara mientras continúa quejándose del calor y y el peso del paquete.
Su directa fue contestada por otro cubano empleado de la compañía FedEx, quien dio una lección al renuente repartidor.
"Cuando el cliente paga un servicio, el servicio tiene que ser completado por el driver o por quien sea. No le puedes coger miedo al trabajo", explicó el empleado de FedEx mientras se subía a hombros dos cajas de unas 35 libras y las subía por escaleras a una tercera planta.
"Así se trabaja en los Estados Unidos, papi, cuando el cliente paga uno tiene que hacer el servicio como es", dijo, "una en un hombro y agarras la otra como puedas y te la trepas" añadió.
La proliferación de empleados cubanos en las sedes en Miami de estas florecientes empresas de "delivery" inspiró al influencer Christopher Gómez -conocido como Kristoff Kriollo-, quien hizo un video parodia sobre el tema.
Escenificando cómo son los cubanos que trabajan como repartidores de Amazon, el influencer los retrató como confianzudos, atrevidos, chismosos, habladores y algunos un poco vagos para subir escaleras.
Según Kristoff, los repartidores de Amazon -si son cubanos- lo mismo te piden un vaso de agua, que te ofrecen otros servicios, te cuentan cosas de su vida u opinan sobre la tuya.
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