El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas denunció este viernes el fallecimiento de otro recluso cubano mientras estaba bajo custodia del Estado.
“Hemos conocido de la muerte de otro recluso en Cuba, en circunstancias que son responsabilidad del Estado, tras ser forzado a trabajar en un área de peligro, sin la capacitación y los medios adecuados. Su familia exige justicia y reparación”, indicó la organización independiente en una nota de prensa publicada en su web.
La víctima, identificada como Dayron Mena Bu, de 29 años, falleció días después de sufrir una fuerte choque eléctrico con una línea de alta tensión que no estaba visible en un área a la que fue llevado a chapear la hierba, cerca de la prisión ubicada en Laguna Blanca, en el municipio Contramaestre, provincia de Santiago de Cuba.
“Ser forzado a trabajar en una zona de peligro, sin estar calificado para ello y sin los medios de protección adecuados, es un primer elemento que señala la responsabilidad de funcionarios del Estado por el fatal desenlace”, advierte la citada fuente, que precisó que el hecho ocurrió a finales de septiembre aunque la denuncia ha trascendido ahora.
De acuerdo con el tío de la víctima, el ex preso político Eddy Alfredo Mena González, tras el “accidente” trasladaron a Dayron hacia el hospital Juan Bruno Zayas, en Santiago de Cuba.
Según su testimonio, al día siguiente le dieron una licencia extrapenal porque sabían que iba a morir, a pesar de que en principio se comunicaba bien y esperaba recuperarse pronto. También le retiraron la custodia de un guardia de prisiones que lo vigilaba en el hospital.
En el caso de Dayron Mena, según informaron los médicos a la familia, además de las quemaduras por la electricidad -que provocaron la amputación de una pierna- el joven tuvo una sepsis generalizada por complicaciones por una bacteria adquirida bajo custodia estatal.
Tampoco podía respirar bien y, tras unos días haciéndolo con ayuda mecánica, le retiraron los dispositivos.
El tío del fallecido compartió material audiovisual con el citado Centro de Documentación, en el que el joven aparentemente estaba de buen ánimo, se comunicaba y se alimentaba bien.
Dayron Mena, residente en la ciudad de Santiago de Cuba, había sido condenado a siete años de cárcel por un delito común que, según Eddy Alfredo Mena, constituyó un montaje de las autoridades para tomar represalia con su familia por sus posturas políticas.
Lo acusaron de “robo con violencia” por tener en su poder una cadena que, según su tío, la había comprado a un conocido del barrio.
Con el fallecimiento de Dayron Mena Bu, ascienden a 12 los decesos de reclusos registrados en 2023 por el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas, un subregistro de las muertes bajo custodia estatal, accesible en una base de datos que se actualiza en tiempo real.
No es el primer suceso de ese tipo reportado en el último año.
En noviembre de 2022 un preso de la cárcel de máxima seguridad "Kilo Cinco y Medio”, en la provincia de Pinar del Río, también murió electrocutado mientras chapeaba, según dio a conocer entonces el medio independiente Cubanet, citando como fuente declaraciones telefónicas de otro reo recluido en ese penal.
El recluso dijo que su compañero falleció debido a la negligencia de las autoridades del penal, quienes lo mandaron a chapear en una azotea donde había un cable de alta tensión. En ese caso el fallecido fue identificado como Yampier Justi y residía en el barrio Colón del municipio Centro Habana, en la capital cubana.
Esta misma semana también trascendió la muerte de un joven cubano de 28 años que fue detenido por agentes de la Seguridad del Estado a primera hora del pasado 28 de noviembre.
La Seguridad del Estado le dijo a la familia que el joven -identificado como Joelvis Viscay Hernández- se suicidió ahorcándose en una celda en el centro de detención de la Seguridad del Estado que está ubicado en el km 1½ de la carretera del municipio El Salvador.
Viscay Hernández había sido detenido sobre las 5 a.m. del 28 de noviembre en su domicilio por causas que no han trascendido. Su hermano, Roydeinis Viscay Hernández, ha dicho que su hermano no era hombre de ahorcarse. Según el testimonio del hermano -citado por activistas- el cadáver no tenía marcas en la zona del cuello, pero sí hematomas en el cuerpo.
La muerte de Joelvis Viscay Hernández bajo custodia de las autoridades tuvo lugar pocos días después de la muerte, por presunta negligencia médica, del preso político de 37 años, Luis Barrios Díaz, quien permanecía en la cárcel desde las protestas del 11 de julio de 2021.
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