Las autoridades publicaron fragmentos de la llamada telefónica al 911 hecha el pasado 3 de noviembre por el hermano de Eric Contreras, el joven de 21 años que fue asesinado por su propio padre, de origen cubano, en un incidente doméstico ocurrido en la casa de la familia en Kendall, en el condado de Miami-Dade.
La llamada a Emergencias fue hecha por el hermano de la víctima, que no estaba en la vivienda en el momento del suceso y que solo sabía que algo grave había pasado porque su padre lo llamó "enloquecido" para decirle que regresara a casa.
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"¿Dime exactamente qué pasó?", se escucha preguntar a la operadora; interrogante a la que responde angustiado el joven: "Alguien ha recibido un disparo. No sé. Mi papá está llamando enloquecido".
Durante el diálogo, el joven -llamado David Contreras igual que su padre- aclara que él no estaba en el lugar, que estaba conduciendo su auto camino de Disney World y que su padre lo llamó urgente para decirle que regresara a casa.
La operadora le dice que los oficiales y un equipo de paramédicos ya están en camino, pero intenta en vano saber que pasó, pues el joven responde: "No lo sé. Me estoy volviendo loco. Yo no sé".
"¿Qué fue lo que te dijeron?", insiste la despachadora, y Contreras contesta: "Todo lo que mi mamá me dijo fue que alguien recibió un disparo, porque mi mamá está en Orlando en este momento y mi papá está en casa con mi hermano. Alguien recibió un disparo. No sé qué está pasando".
"Mi papá me llamó gritando, diciéndome que volviera a casa, que volviera a casa. Luego colgué y mi mamá me llamó diciendo que alguien recibió un disparo, no sé quién. Luego colgué y llamé al 911. Ella dijo que hay alguien muerto. No sé qué está pasando. Estoy tratando de... Espero que no sea mi hermano", dijo el joven, al que luego se le oye decir: "Me dijeron que me van a llamar para ver qué pasa, pero nadie me ha llamado. Necesito saber si mi hermano está vivo", añadió.
Según el informe de arresto, David Contreras, de 52 años, le disparó varias veces a su hijo por razones que todavía no han trascendido.
Cuando los oficiales llegaron al 10703 de la avenida 84 del suroeste de Miami-Dade, un tranquilo vecindario de Kendall cerca de Pinecrest, encontraron a Eric Contreras con varias heridas de bala.
El joven, quien era estudiante de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), fue declarado muerto en la escena.
Según el abogado del padre, el joven tenía problemas de salud mental y estaba bajo tratamiento, y es por esa vía que la defensa intentará obtener argumentos en favor de su defendido.
Sin embargo, no ha trascendido información que detalle que la condición mental del joven fallecido era frágil, ni tampoco aclaraciones de lo ocurrido aquel viernes 3 de noviembre en la vivienda familiar, que llevó a un desenlace tan trágico.
El lunes de esta semana David Contreras se declaró -a través de su abogado- como "no culpable" de asesinato en segundo grado.
La próxima audiencia del cubano fue fijada para las 10:30 a.m. del próximo 22 de diciembre. Ese día la defensa pedirá que Contrera sea liberado bajo fianza.
La defensa asegura que el acusado está muy deprimido y le pedirán al juez que considere liberarlo bajo fianza a pesar de que sobre el pesa un delito muy grave.
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