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La activista Diasniurka Salcedo dejó a las madres cubanas un truco para que este fin de año puedan ahorrar dinero y cumplir el sueño de sus hijos de colocar un árbol de navidad en sus casas.
"La situación está difícil pero también sé que muchas madres viven las ilusiones de nuestros hijos. Ayer una mami me decía que un árbol pequeño cuesta 6,000 pesos cubanos y solo le alcanzó para los adornos. Pues aquí está lo que yo hice. Adorné una rama y los niños estaban felices, porque querer es poder", dijo Diasniurka.
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Contó que puso la rama de un árbol en un ladrillo. Lo decoró todo con sus antiguos adornos y forró el bloque con papel de colores. Quedó un bonito árbol para la sorpresa de quienes compartieron con ella las fiestas.
La navidad dejó de celebrarse en Cuba tras los primeros años de la llegada del gobierno comunista al poder. Sin embargo, desde la década de 1990 hubo un renacer de los festejos, sobre todo tras la visita del Papa Juan Pablo II que se realizó del 21 al 25 de enero de 1998.
Han pasado 25 años de ese hecho histórico y el pueblo cubano sigue viviendo en crisis económica, con mayor pobreza. En medio de la situación actual hay miles de familias que no tienen recursos para montar un árbol de navidad y muchísimo menos colocar regalos bajo él para celebrar el nacimiento del niño Jesús.
La tradicional cena de nochevieja estará difícil en los hogares de Cuba, pero a pesar de las carencias, de la escasez de alimentos y de la inflación, muchas personas en la isla mantienen vivos, contra viento y marea, la ilusión por la llegada del nuevo año y la fe en que un día todo será mejor.
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