La emblemática isla de Cuba, cuna de la salsa y ritmos caribeños, sorprende ahora con un floreciente interés por el K-Pop surcoreano, mostrando la capacidad de su juventud de conectar con tendencias globales a pesar de barreras políticas y geográficas.
La llegada del acceso móvil a Internet en la isla ha sido un vehículo para que los cubanos descubran nuevas formas de entretenimiento y expresión cultural. El K-Pop, ofreciendo una alternativa al reguetón y la salsa, ha capturado la atención de adolescentes como Mikel Caballero y Samyla Trujillo, quienes se identifican profundamente con sus ídolos coreanos.
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La historia de Alejandro Achin, que ha llevado su talento desde La Habana hasta Seúl, pone de manifiesto cómo el K-Pop se ha convertido en una ventana de oportunidades y experiencias nuevas. La presencia de un centro cultural coreano en La Habana es otra prueba del interés creciente por la cultura surcoreana, en contraste con las históricas relaciones diplomáticas de Cuba con Corea del Norte.
El K-Pop se ha transformado en un fenómeno cultural que trasciende la música, influenciando la moda y hasta la diplomacia cultural a través del "Hallyu" o "Ola Coreana". En Cuba, este fenómeno refleja el deseo de la juventud de encontrar formas de autoexpresión más allá de lo tradicional, abrazando una nueva ola musical que es a la vez global y resonante con sus propias aspiraciones y creatividad.
Fuentes consultadas:
- South China Morning Post: "Teens in Cuba go crazy for K-pop in a country that once banned the Beatles"
- El País: "El éxito insospechado del K-pop en Cuba"
- PopThrive: "South Korean K-pop Takes Cuba by Storm: The Unexpected Love Affair with Cuban Youth"
- BNN Network: "K-pop in Cuba: A Wave of Change in Global Music Landscape"
- ABS-CBN News: "K-pop seduces youth in communist Cuba"
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