La producción del jugo Taoro parece tomar un impulso en la Fábrica de Conservas de Yara, en la provincia de Granma, con la intención de destinarlo, fundamentalmente, al mercado internacional y luego comercializarlo en el país.
El propósito del gobierno cubano es generar “divisas que favorecerían al país y contribuirían a modernizar la entidad productora”, según indicó un reporte del periódico oficialista La Demajagua.
Para ello, los directivos del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) realizan ajustes tecnológicos en la fábrica y tienen contratadas cerca de 10 millones de latas en México, que servirán de envase al tradicional jugo de mango Taoro, y también a nuevas variedades como el jugo de tomate, y néctares de tamarindo, piña y guayaba.
La mirada de las primeras exportaciones está puesta en China. “Las primeras producciones se llevarán a una feria internacional que se desarrollará en China, con la pretensión de buscar posicionar el producto en el mercado asiático, aunque para alegría nuestra ya México y España han manifestado su interés en nuestra oferta”, afirmó el director de la entidad estatal, Juan Franklin Almirall Rodríguez.
“Si se consolida la idea, ello nos permitirá garantizar más producciones en el año, lo cual no solo nos mantendría activos, sino que beneficiaría nuestras finanzas”, agregó el directivo.
Recientemente, la línea de producción de los jugos Taoro se puso en funcionamiento luego de cuatro años paralizada. La fase de prueba tecnológica permitió a la fábrica obtener unas 7,800 latas del jugo, que luego se incrementarán hasta la cifra contratada por el Minal, con aspiraciones enfocadas en el mercado extranjero.
“Con los ingresos en divisas debemos, inicialmente, hermetizar el local y climatizarlo, comprar una fechadora, una retractiladora y un montacarga eléctrico para esa línea, además de completar los recursos del laboratorio, que también influyen en la calidad”, expuso Almirall.
En ese afán, los trabajadores de la industria pretenden comenzar en diciembre la producción de grandes volúmenes, y según cálculos, llegar a unas 50,000 o 60,000 latas por día.
El directivo informó que “para la reparación se han destinado dos millones de pesos, que no se han ejecutado completamente por falta de recursos, porque no solo estamos trabajando dentro de la fábrica, sino en la parte sanitaria que involucra la inocuidad del producto y el tratamiento a los residuales”.
Según Almirall, el objetivo es construir una laguna de oxidación, para a resolver un viejo problema con los residuos, y que por falta de financiamiento no se ha podido solucionar.
La industria de producción de conservas y alimentos atraviesa una larga crisis, debido a la obsolescencia de las instalaciones, la falta de envases y la insuficiente materia prima.
En agosto, la empresa de refrescos Los Portales anunció que no tenía envases ni materias primas para la producción de refrescos.
También, en febrero pasado, trascendió el cierre de tres fábricas de conservas en Santiago de Cuba, lo que afectó la disponibilidad de las compotas de frutas para niños, que deben venderse en la canasta básica normada.
Mientras, la única empresa que seguía produciendo, El Caney, requiere una inversión millonaria que permitiría retomar la línea de compota de mango fortificada con hierro y vitamina C, pues solo genera una décima parte de la producción que lograba en 2012.
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