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Las frecuentes afectaciones a los ciclos de suministro de agua y la insuficiente capacidad para hacerla llegar a los hogares son problemas persistentes que perjudican a los habitantes de la provincia de Ciego de Ávila, donde no se reciben nuevos equipos de bombeo para reposición desde 2018.
En promedio, los residentes en ese territorio reciben agua cada tres días, en un ciclo de distribución que no satisface la demanda, un problema que se ha vuelto crónico para los consumidores.
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El diario oficialista Invasor precisó que las causas recaen en el obsoleto sistema hidráulico, que existe desde los años 40 del siglo pasado, acompañado de la “acumulación de magnesia en las tuberías, por las características del agua en la región, así como el incremento de las áreas que deben abastecerse, en correspondencia con el crecimiento poblacional, y las fugas por salideros”.
Deynis González García, director de Operaciones de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Ciego de Ávila, justificó que “las limitaciones impuestas por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos a Cuba han impedido la adquisición de cuatro equipos de bombeo aprobados por crédito y se desconoce la fecha exacta en que podrán contar con ellos”.
El diagrama de distribución de agua en Ciego de Ávila está divido en dos zonas, norte y sur; la segunda con la situación más compleja. “Allí, de seis equipos para el rebombeo, solo cuentan con tres”, apuntó el funcionario.
Como zonas críticas señaló el Consejo Popular Rivas Fraga, específicamente en la zona del zoológico, también el reparto Díaz Pardo, en Canaleta, y áreas aledañas a la Empresa Comercializadora de Combustibles.
Por la zona norte enumeró como sitios con mayor déficit a los repartos Ortiz y Vista Hermosa.
Otra de las quejas de los habitantes de esa provincia es la poca fuerza con que reciben el agua, lo que hace más difícil su recolección.
El problema del abasto de agua no es endémico de ese territorio del centro del país. En abril de este año, trascendió la carencia de pipas y de combustible en la provincia de Sancti Spíritus, que tuvo sin acceso al líquido a casi todos los municipios, debido a la sequía que desde hace meses afecta a esa región del país.
También unas 200,000 personas estuvieron sin agua en La Habana, propensos a nuevos cortes del servicio.
Datos proporcionados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) por esas fechas señalaron que en Guantánamo estaban sin agua más de 90,000 personas, en Camagüey más de 60,000, en Santiago de Cuba más de 50,000 y en La Habana más de 47,000.
En ese momento, el Estado cubano señaló que el período de sequía era prácticamente el más extremo que ha tenido el país. Más de la mitad del territorio de Cuba está afectado por una severa sequía meteorológica, que ha aumentado ante el déficit de lluvias en el país.
A finales de julio, el 62% del territorio nacional registró déficits en los acumulados de las lluvias, concentrados principalmente en las provincias de la región occidental y oriental, según la información del Instituto de Meteorología.
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