Toneladas de basura se acumulan en las calles de La Habana

Toneladas de basura en las calles de La Habana están a la espera de ser recogidas por los servicios comunales de la capital de Cuba.

Así lo denunció en sus redes sociales el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, asegurando que el asunto es un “dilema” para las autoridades y una “realidad” presente en muchos barrios habaneros.

“La basura se ha vuelto un dilema en los últimos meses en La Habana. Toneladas de desechos que esperan ser recogidas son la realidad de muchos barrios de la capital cubana. ¿Por qué? Buscamos respuestas para reportaje de Canal Caribe”, dijo el jefe de los servicios informativos de la Televisión Cubana.

A finales de agosto, el primer ministro Manuel Marrero Cruz dijo que "la responsabilidad de la higienización de la ciudad es de todos", al evaluar diversos asuntos de gobierno en una reunión en La Habana, en la que también se trató de la recogida de desechos sólidos en La Habana.

Según cálculos de las autoridades de la capital, la cifra total de residuos sólidos generados en La Habana alcanza diariamente los 23,814 m3, de ellos, el 69% corresponde a la actividad de servicios y desechos domiciliarios, y un 31% de escombros y otros.

El elevado número de habitantes y población flotante, sumado a las 73 instalaciones hospitalarias, las 557 grandes industrias, así como los 87,991 trabajadores por cuenta propia y las 3,592 Mipymes es la “causa” de que los residuos se acumulen en la capital, según explicó la gobernadora de La Habana, Yanet Hernández Pérez, al medio oficialista Tribuna de La Habana.

"De los 440 equipos con que cuentan los servicios comunales, se mantienen trabajando 174, y el coeficiente de disponibilidad técnica está al 40% por falta de neumáticos, baterías, llantas… También se mantiene la situación desfavorable de la empresa provincial de higiene que de sus 29 colectores tienen paralizados 11", detalló Hernández Pérez en agosto pasado sobre los camiones de basura.

A mediados de septiembre, el gobierno de La Habana aprobó un Reglamento para el Ornato, la Higiene y los Servicios Comunales por el cual se impondrán astronómicas multas por echar basura fuera de los contenedores, estacionar animales en la zona urbana y tener salideros en los herrajes de las casas.

La resolución 190 del 2023 indica que serán penados con hasta 3,000 pesos quienes arrojen desechos fuera de los depósitos y en los horarios establecidos, o a quienes sin estar facultados cambien de ubicación los contenedores situados en la vía pública.

También recibirán multas entre 3,500 y 4,000 pesos aquellos que arrojen en los contenedores escombros, maderas, metales u otros objetos inapropiados, como desechos de la producción, el comercio, los servicios de la gastronomía y la alimentación para los que están establecidos otros sistemas de recogida "previa contratación del servicio con la Empresa".

A finales de ese mes, el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) denunció que una anciana cubana de 74 años y su nieta sobrevivían buscando plásticos en la basura en la ciudad de Sancti Spíritus, una imagen cada vez más frecuente en Cuba y también en su capital.

Según la denuncia del ICLEP, la señora y su nieta, que por la foto parecía ser una adolescente, se dedicaban a buscar plásticos y otros objetos para luego venderlos en las tiendas de materias primas y obtener algún dinero para alimentarse.

En septiembre, el opositor cubano Silverio Portal denunció el caso de una humilde abuela cubana que se dedicaba a buscar ropa en los contenedores de basura de La Habana, y al que la anciana contó que lo que conseguía era para ayudar a una amiga que había perdido todos sus bienes.

En fechas recientes, un bebé recién nacido fue encontrado muerto en un tanque de basura en La Habana Vieja. El triste hallazgo tuvo lugar sobre las 10 de la mañana en el barrio de San Isidro, según reportes en redes sociales.

Las denuncias de vecinos habaneros en las redes sociales son incontables, quejándose de los numerosos basureros que proliferan en sus calles, una situación que ha agudizado la situación epidemiológica en ocasiones anteriores y genera malestar entre sus residentes.