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La Asociación de Turoperadores de Rusia (ATOR) asegura que entre enero y octubre hubo un incremento de los viajes de turistas de su país a Cuba y quieren alcanzar al cierre del año los 180,000 visitantes.
Sus estadísticas oficiales señalan que 146,300 turistas visitaron la isla en lo que va del 2023. Estos datos representan un incremento de 3,5 veces más que en igual período del año pasado.
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Rusia se posiciona en el tercer lugar en la lista de países emisores de viajeros a Cuba. Las primeras posiciones las ocupan Canadá y Estados Unidos.
En mayo el viceprimer ministro ruso, Dimitri Chernishenko, dijo que Rusia busca impulsar el turismo hacia Cuba con el objetivo de convertirse en el principal emisor de visitantes a la isla.
"Respaldamos la ambición del ministro de Turismo de Cuba de aumentar el flujo turístico desde Rusia a 500 mil visitantes al año, lo que colocaría a Rusia como el líder en este sector, superando a Canadá", afirmó Chernishenko.
Un mes después viajaron a Cuba más de 1,200 trabajadores de la petrolera rusa Rosneft para pasar vacaciones y hacerse un chequeo médico. Esto ocurrió en medio de la crisis de medicamentos en el país, donde no hay ni médicos suficientes para atender al pueblo.
Desde 2017 el régimen viene impulsando el crecimiento del turismo ruso en Cuba. Se alojaban en hoteles de cuatro o cinco estrellas y sus vacaciones se extendían entre siete y diez días, lo que deja ganancias para las arcas del Estado.
En 2019 ese mercado emisor alcanzó datos históricos con más de 93,700 visitantes en los primeros siete meses del año, pero con la llegada de la pandemia del coronavirus los números volvieron a desplomarse.
Desde entonces el régimen está intentado hacer crecer el turismo en Cuba pues considera que es la vía para poner en marcha la depauperada economía nacional.
Miguel Díaz-Canel admitió este verano que el país no logrará los 3,5 millones de turistas previstos para 2023. Han recibido 1,309,000 visitantes internacionales, un 20% por debajo de lo previsto para la etapa.
La tendencia a la baja se ha notado en los vuelos a Cuba y varias aerolíneas de Estados Unidos y España han decidido cancelar viajes hasta mediados de 2024, porque las rutas no son rentables.
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