El multimillonario estadounidense Ken Griffin quiere construir la casa más cara del mundo en Florida, la cual se estima que alcance un valor de mil millones de dólares una vez terminada.
El fundador de la firma de inversiones Citadel planea levantar en Palm Beach una megapropiedad que se extenderá desde la intracostera hasta el océano Atlántico, para lo cual adquirió más de 20 acres de bienes raíces y destruyó las casas existentes.
La mansión estará situada frente a la playa, a un cuarto de milla al sur de la residencia Mar-a-Lago de Donald Trump -aunque será más grande que la del expresidente-, y su construcción costará entre 150 y 400 millones de dólares.
Las proyecciones a las que tuvo acceso New York Post muestran la casa principal, casa de huéspedes y un sótano de servicio de estilo contemporáneo.
Además, tendrá un césped superior para eventos que conducirá a una magnífica piscina con ventanas a ambos lados con vistas al Atlántico, la cual se extenderá desde la residencia hasta un amplio jardín. Habrá otros jardines meticulosamente diseñados y una cabaña para el cuidador.
Griffin, dos veces divorciado y padre de tres hijos, planea destinar toda la propiedad a casa de retiro en el futuro.
Como dueño de un patrimonio estimado en 34,600 millones de dólares, ocupa actualmente el puesto 22 de la lista de los estadounidense más ricos y el 35 de las personas más adineradas, según Forbes.
El magnate de 55 años se mudó al Estado del Sol el año pasado. Según New York Post, al comenzar la pandemia trasladó temporalmente las operaciones de Citadel desde Nueva York y alquiló todo el hotel Four Seasons en Palm Beach para colocar allí su empresa.
El año pasado trasladó definitivamente la sede de la compañía y a su familia a Miami.
Para el empresario fue una vuelta a sus raíces. Griffin nació en Daytona Beach en 1968 y se crió en Boca Ratón, mientras su padre trabajaba para el programa espacial durante los alunizajes del Apolo.
En 2012 empezó a desarrollar su enorme proyecto inmobiliario en Palm Beach, con la compra de terrenos y viviendas que ahora totalizan 450 millones de dólares.
En 2019, el multimillonario compró la vivienda más cara en la historia de Estados Unidos, al pagar más de 200 millones de dólares por un ático en Nueva York.
El apartamento, situado en una torre en construcción junto a Central Park, en una de las zonas más exclusivas de la Gran Manzana, tiene una superficie de 24,000 pies cuadrados (unos 2,230 metros) repartidos en cuatro pisos.
Griffin, que en aquel entonces residía en Chicago, dijo que quería tener un lugar para quedarse cuando viajara a Nueva York, donde su empresa estaba expandiendo sus actividades.
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