Un grupo de cubanos reunidos en Doral, en el condado de Miami-Dade, compitieron en plena vía pública para comprobar cuál todoterreno era el más potente.
Para ello no tuvieron mejor idea que atar con una cadena a ambos vehículos y ponerlos en marcha a ver cuál arrastraba al otro.
La fuerza de su motor o la pericia de su conductor hizo que el Jeep resultara ganador al arrastrar al Toyota.
Imágenes compartidas por el sitio de sucesos lifestyle_miami dejaron ver al vehículo estadounidense, de color naranja, imponerse al de fabricación japonesa, cuyas ruedas desprendían un humo intenso tratando de contrarrestar la potencia del Jeep.
A finales de junio, once personas, entre ellas varias mujeres y un menor de 17 años, fueron detenidas en un operativo policial contra las carreras ilegales de autos en Miami. En los arrestos se decomisaron dos armas de fuego y se confiscaron cuatro carros.
Las autoridades encontraron en las redes sociales la información del lugar y la hora donde se efectuaron las competencias ilícitas. Los arrestos se realizaron en las intersecciones de la calle 54 y la avenida 27 del noroeste de Miami, y en la calle 183 y la segunda court del noreste del condado.
En el operativo participaron decenas de agentes de la Policía de Miami-Dade y de la oficina gubernamental de Seguridad Nacional, quienes al llegar al lugar de las carreras encontraron que los organizadores habían cerrado las vías.
En septiembre, la policía de Miami-Dade acusó a cuatro cubanos de desmantelar carros robados para obtener piezas, en una operación que se extendía desde el extremo norte hasta el sur del condado.
Tres de ellos resultaron detenidos mientras que el cuarto cubano implicado -que ya había sido detenido anteriormente-, está prófugo de la justicia, según los informes de arresto.
Los cuatro se enfrentan a varios cargos por delitos graves tras sus detenciones, entre ellos explotación de un desguace y hurto mayor en tercer grado.
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