En un inesperado giro de los acontecimientos, el gobierno cubano aseguró este jueves que no tiene nada en contra de una “participación legal” de sus ciudadanos en la guerra de Ucrania del lado ruso, pero que condena "las actividades ilegales" de los detenidos por presunto tráfico de personas, porque "violaban la ley".
“No tenemos nada en contra de los cubanos que quieren firmar un contrato y participar legalmente en esta operación con el ejército ruso. Pero nos oponemos a la ilegalidad y estas operaciones no están dentro del marco legal”, afirmó Julio Garmendía, embajador de Cuba en Moscú, en declaraciones recogidas por la prensa rusa.
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“Estafadores y delincuentes están por todas partes”, añadió Garmendía.
"Estamos hablando de gente mala que, basándose en un tema tan importante como una operación militar, como son las relaciones entre nuestros países, quiere ganar dinero, quiere meterse billetes en el bolsillo y dedicarse a actividades ilegales", concluyó el diplomático.
Mercenarios cubanos en Ucrania
Tras las primeras revelaciones que confirmaron la presencia de mercenarios cubanos contratados por el Ejército ruso, el gobierno La Habana permaneció en silencio hasta el 4 de septiembre, cuando aseguraron en un comunicado estar trabajando en desmantelar una red de tráfico de personas dedicada a trasladar a ciudadanos cubanos al conflicto, así como a reclutar a otros que ya residían en Rusia.
El régimen arrestó a casi una veintena de personas relacionadas con el reclutamiento de mercenarios.
Un militar ruso con rango de oficial superior confirmó en declaraciones a The Moscow Times que son muchos los cubanos que están en el frente como parte de batallones internacionales que están luchando en la guerra de Ucrania.
Días después, el diputado Alexey Chepa, primer vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal (Cámara Baja de la Asamblea Federal de Rusia, o Parlamento), indicó en declaraciones recogidas por la prensa rusa que los informes sobre el reclutamiento de cubanos eran falsos, y que ellos no reclutan a nadie, pero dejó entrever que los cubanos pueden organizarse a través de redes sociales.
Paralelamente, información filtrada al medio digital The Intercept reveló que el mayor del Ejército ruso, Anton Valentinovich Perevozchikov tenía en su poder 122 pasaportes escaneados de cubanos reclutados en el cuartel general de las Fuerzas Armadas rusas en la ciudad de Tula.
Los piratas informáticos entregaron evidencia del reclutamiento, entrenamiento y traslado a Rusia de unidades enteras de unos 199 cubanos para participar en la guerra.
La pasada semana, un oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que afirmó encontrarse en Rusia, contradijo las declaraciones del régimen cubano acerca de una “red de tráfico de personas”, y aseguró que los 90 cubanos bajo su mando salieron de la isla con pleno conocimiento de las autoridades, algo en lo que han insistido varios de los ciudadanos reclutados.
Mientras tanto, familiares en Cuba de algunos de los jóvenes cubanos reclutados para la guerra manifiestan estar desesperados y no tener información de sus allegados.
En medio de la marea de acontecimientos suscitados en poco más de dos semanas, queda por ver ahora las implicaciones de las significativas declaraciones hechas por el gobierno cubano este jueves.
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