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Cubanos en redes sociales piden ayuda para un niño de tres años de Ciego de Ávila que necesita bolsas de colostomía.
"Su nombre es Gleider Alvarez Pozo, un pequeño de tres años que fue operado hace tres meses, teniendo que ir a Camagüey mensualmente a los turnos y necesita estas bolsas de colostomía, pues no las hay", dijo en Facebook el usuario Obdiel Torres Guevara.
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El menor reside en la calle L #42, entre Ñ y final, en el poblado Pedro Ballester (Velasco), ubicado en el municipio Primero de Enero.
"Por favor, quien pueda ayudar contácteme, y recuerde que es fundamental la medida de la bolsa (está en la foto) pues es para un pequeño de tres años", precisó.
"Igual para alguna donación monetaria (zelle o Paypal), para hacer el envío a Cuba desde Florida", aclaró.
En los últimos tiempos se ha agravado la escasez de bolsas de colostomía en Cuba, que no están disponibles ni en farmacias ni hospitales, mientras se venden a altísimas sumas en el mercado negro.
La escasez de bolsas tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes que las necesitan, quienes se ven obligados a llevar pañales o bolsas improvisadas que pueden provocar infecciones, irritaciones y otras complicaciones.
En julio, la madre Lianis Romero pidió bolsitas de colostomía para su hijo de cuatro años, que tiene una colostomía y se ha enfermado tres veces de infección urinaria por Escherichia colia.
"No lo puedo tener con apósitos porque se me quema y ya se me ha enfermado tres veces", escribió desesperada en Facebook.
En mayo, trascendió el caso de una anciana operada de cáncer que tenía una única bolsa de colostomía para recoger sus heces, por lo que debía reciclarla continuamente, ya que no había ni en las farmacias ni en el hospital.
Dinorah García, jubilada de 62 años de La Habana, tiene hecha una colostomía como consecuencia de un cáncer que sufrió.
"No puedo llevar una vida normal, ni tan siquiera salir de casa, dependo de los vecinos para adquirir los productos y algún que otro favor, pues solo tengo una bolsa, la cual está ya en malas condiciones, pues tengo que reciclarla, ya que es la única que me queda", denunció.
En marzo, Meury Díaz pidió ayuda para una niña con colostomía que necesitaba de bolsas para recoger sus heces, las cuales tenía que comprar hasta en 500 CUP en el mercado informal.
Díaz aseguró que la madre de la menor intentó utilizar las bolsas que tenía, pero le estaban generando daños en la piel a la niña.
"Esta bebé está pasando una situación muy dura, su mami está muy desesperada", escribió la mujer en un grupo de Facebook.
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