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Un apagón masivo se produjo este lunes en Cuba a consecuencia de las averías sufridas en la mayor termoeléctrica del país y a la crisis energética que atraviesa, que provocan afectaciones en el suministro de combustible.
Luego de pronosticar un déficit de 329 MW, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) tuvo que reconocer que el déficit era mucho mayor, alcanzando casi los 1,000 MW durante el horario pico.
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Así lo comunicó en sus redes sociales el director de los sistemas informativos de la Televisión Cubana, el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, quien atribuyó el imprevisto a averías en la termoeléctrica matancera y a efectos de la crisis energética.
“La salida de CTE Antonio Guiteras y problemas con la logística de combustible provocan déficit de capacidad de generación en Cuba. Se procede al abastecimiento de los motores de Moa, proceso similar iniciará en Mariel para arrancar en la madrugada la unidad 6. Apagón a las 8.30 pm sobre los 937 MW”, reportó Alonso.
Una nueva avería en la central matancera, la de mayor capacidad de generación del país, vuelve a dejar en la lona al Sistema Electroenergético Nacional.
Para muchos cubanos, la información de la UNE forma parte de la estrategia del régimen para afrontar la debacle de sus infraestructuras, su falta de inversiones y la crisis generalizada en Cuba. En ese sentido, las averías e incidencias reportadas son vistas con suspicacia como parte de justificaciones de un régimen opaco que se cuida de exponer sus debilidades.
No obstante, la UNE ha venido informando de manera discreta en sus comunicados una realidad señalada por expertos y sufrida por la mayoría de la población, y que no es otra que la falta de combustible que agudiza la crisis energética de Cuba.
A pesar del incremento en el envío de petróleo de Venezuela, el régimen cubano sigue jugando al equilibrismo en sus partidas, con un ojo puesto en Moscú y el otro en Washington desde que se filtraron a la prensa testimonios que confirman la participación de mercenarios cubanos en la invasión rusa de Ucrania.
Este lunes, la UNE volvía a comunicar que la unidad 6 de Mariel se encontraba “fuera de servicio por bajos niveles de combustible”, una frase que aparece esporádicamente en las últimas semanas en sus notas informativas, asociada sobre todo a la inactividad de las patanas turcas contratadas por el régimen cubano.
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