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El régimen cubano negó la libertad condicional a la joven Reyna Yacnara Barreto Batista, condenada a cuatro años por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 en Camagüey, según informó la organización Cubalex el pasado jueves.
Barreto Batista, la mujer más joven juzgada en Camagüey tras el estallido social de julio de 2021, ingresó en el centro penitenciario para mujeres conocido como “Granja 5” en noviembre de 2021. Con solo 21 años, fue condenada a cuatro años de trabajo correccional con internamiento.
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Según el medio independiente La Hora de Cuba (LHC), la razón esgrimida por los represores para sentenciarla fue haber participado en la manifestación antigubernamental del 11 de julio de 2021 en las calles de Camagüey y responder a la agresión que le provocó un uniformado; incidente que quedó registrado en video.
En enero pasado, la joven dedicó unas emotivas palabras a su padre, fallecido por esas fechas.
“En momentos como estos, la verdad es que cualquier palabra es insignificante para realmente tan siquiera describir la pérdida de un padre… De esos que te crían diciéndote princesa y reina de mi corazón... Yo sé que donde estés, siempre contaré contigo…”, expresó en sus redes sociales.
Su hermano, el activista Hansel Oms Batista, denunció en septiembre del pasado año que la joven sufre deterioro físico y mental en prisión. “A casi seis meses de estar cumpliendo injusta condena mi hermana se encuentra en un estado físico y mental deteriorado”, alertó en sus redes sociales.
Al cumplirse seis meses del injusto encarcelamiento de la muchacha, su hermano denunció al régimen cubano por la represión ejercida contra manifestantes pacíficos. “Ustedes son los que deberían estar tras las rejas, mal nacidos, destruyen nuestra patria, a las personas y todo a su paso”, señaló.
En octubre de 2021, Barreto Batista relató a LHC que el 11 de julio en Camagüey la manifestación transcurría sin problemas hasta que llegó a la calle Avellaneda. Allí, la multitud se encontró con un cordón policial y se produjo el primer incidente violento cuando un agente, sin motivo alguno, golpeó a un señor y lo tiró al suelo. En ese momento, casi sin darse ella cuenta, un policía le propinó a ella un piñazo en el brazo.
“Ellos dicen que yo soy una amenaza para el pueblo, que yo soy una amenaza para la sociedad. ¿Cómo yo voy a ser una amenaza para la sociedad, si yo lo único que hice fue defenderme? Entonces, ¿por qué esta condena? Me están arrebatando cuatro años de mi juventud por gusto”, subrayó.
“No vale de nada quedarse callada. No vale nada afrontar una condena por gusto. Si hice algo la afronto, pero por gusto, no. Por defenderme de un golpe de tres hombres, no”, añadió.
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