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El actor cubano Erdwin Fernández Collado reaccionó este martes en sus redes sociales ante lo que consideró el “colmo” de la crisis sistémica de Cuba: la venta de pesos cubanos en el mercado negro.
Ante la falta de disponibilidad de efectivo en las bóvedas bancarias del régimen cubano, y el consecuente trastorno que ello supone para la actividad de los “nuevos actores económicos” y la economía diaria de millones de familias en la Isla, Fernández Collado se preguntó cuál será la siguiente desgracia que sufrirá la población.
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“No bastan los apagones, mosquitos, el salir desde por la mañana a luchar la comida en inmensas colas, el que te aterre opinar, las Tiendas en MLC, callar y cada vez seguir encorvándote, agachándote, a pesar de ‘fotos de celebraciones’ en las redes para ocultar tu angustia”, dijo el actor en un post de Facebook.
A esta situación angustiante se suma la humillación de tener que acudir al mercado informal para comprar pesos cubanos, una moneda que se devalúa con el paso de los días a medida que crece la inflación en el país.
“Ahora para colmo, cariños míos, tienen que comprar su propia moneda nacional en el Mercado Negro... ¿Qué le seguirá? ¿Todavía aguantan sus espaldas?”, preguntó el actor, que reside desde 2022 en Estados Unidos.
Mientras el régimen hace esfuerzos por “vender” a la población la ilusión de que la “bancarización” va a resultar beneficiosa y supondrá un “ordenamiento de los flujos monetarios” que normalizará la circulación de efectivo en la economía interna, los cubanos recelan cada vez más de una medida que ven como un “corralito financiero”.
Por aire, mar y tierra, los funcionarios del régimen y la prensa oficialista dedica sus energías en estos días a transmitir la idea de que la prioridad de sus instituciones bancarias es contar con efectivo disponible para la población, las familias, jubilados y trabajadores cubanos.
Así lo aseguró en la televisión oficialista Alberto Quiñones Betancourt, vicepresidente del Banco Central de Cuba, subrayando la idea de que la falta de efectivo en los bancos de Cuba no es consecuencia de la bancarización.
No obstante, el directivo reconoció que la situación con el efectivo es “crítica”, con un alto nivel de demanda y bajo de depósitos en las sucursales bancarias, algo que ya saben todos los trabajadores y jubilados cubanos que acuden a las entidades bancarias a retirar sus salarios o el efectivo que necesitan para su diaria subsistencia, y se encuentran con largas colas ante los cajeros o la negativa de los empleados de sus sucursales.
Mientras el cubano acudía normalmente al mercado informal de divisas para comprar dólares o Euros, ahora empieza a hacerlo en busca de la moneda nacional, esa en la que se pagan salarios y jubilaciones, pero que ya no alcanza para los gastos diarios con la inflación y la caída en picado del peso.
Fernández Collado ve en esta situación un nuevo motivo de tristeza e indignación, y se preguntó cuánto más aguantarán los cubanos esa perversa dominación de una élite que los empuja a mayores niveles de pobreza, exclusión y desigualdad.
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