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Lester Domínguez Ortiz, el joven cubano que fue asaltado a machetazos en Holguín en marzo pasado, recibió el alta médica tras haber superado la neumonía que tenía, pero sigue con otros problemas, como una escara en la espalda que no sana.
Según informó su padre Dennis Domínguez, el adolescente fue dado de alta el viernes, tal como se esperaba, pues llevaba varios días sin fiebre.
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"Ahora seguir trabajando en la escara, la traqueotomía y su rehabilitación", dijo en Facebook.
Horas antes, Dennis pidió a quien lo pudiera ayudar con medicamentos e insumos necesarios para la recuperación de la salud de su hijo que no hay ni en hospitales ni en farmacias.
A través del usuario de Facebook Proteger La Vida, solicitó donaciones de gasas, sonda de aspirar número 14 y el Terrasil, una pomada de protección contra infección para las escaras.
Lester volvió a ingresar en el hospital el pasado 2 de julio, para evaluar cómo había evolucionado de las escaras y de la traqueotomía que le practicaron.
"Ver cuándo le pueden cambiar la cánula y de ahí ver medicamentos que le hagan falta para estar en la casa, para seguir su rehabilitación", detalló su padre entonces.
En este periodo, su padre se vio obligado a pedir ayuda humanitaria para la recuperación de su hijo, que ha estado lastrada por disímiles dificultades de todo tipo.
"Lester lleva cuatro meses con la escara, que fue la que provocó la neumonía, al tener una bacteria en ella. Y con esta, es la tercera neumonía que le combaten, y ellos mismos dicen que lo recursos están limitados...", relató.
Dennis criticó a los médicos del hospital porque no le dicen nada acerca de sanarle la escara y cerrarle la traqueotomía, ni le dan un nuevo turno para ver su evolución.
"Me voy a pasar toda la vida corriendo el riesgo de que el niño se muera por alguna bacteria, virus, infecciones, etcétera", cuestionó.
Dijo, además, que él lleva cuatro meses sin trabajar y que aunque lo han apoyado con medicamentos, aspiradora, silla de ruedas, vitaminas, alimentos, ha tenido que comprar "por fuera" pañales desechables a 1,700 pesos, toallitas húmedas a 700 el paquete, una caja de pollo a 9,000 pesos y aceite a 700.
"Me veo en la obligación de pedir una ayuda humanitaria, porque esto es de nunca acabar", reiteró.
A finales de junio, Domínguez denunció que llevaban tres días esperando por una cama de hospital para hacer la fisioterapia en su casa, porque es más fácil para el trabajo de la fisioterapeuta que va a hacerle los ejercicios.
A mediados de junio, pocas horas después de recibir el alta, tuvieron que volver al hospital por las dificultades que enfrentaban con los apagones en la localidad donde residen, que complejizan el correcto cuidado del paciente.
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