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Un juez de inmigración de Miami suspendió este jueves la deportación del activista cubano Ramón Saúl Sánchez, quien podrá continuar ahora su batalla legal por obtener la residencia permanente en Estados Unidos.
Después de una audiencia de tres horas en un tribunal de inmigración, el juez rechazó la orden de deportación presentada a Sánchez y emitió una orden de protección contra la tortura, conocida como CAT, que le permitirá permanecer en Estados Unidos con mayor estabilidad legal.
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“Es una gran victoria, ha sido un ejemplar ejercicio de justicia donde vi la corte funcionando, el sistema de justicia funcionando, que es lo que quiero ver en mi país algún día”, dijo el líder del Movimiento Democracia al salir del edificio del tribunal, en el centro de Miami.
Visiblemente emocionado, Sánchez agradeció a todas las partes involucradas en el caso, especialmente a su equipo legal con el abogado Willy Allen a la cabeza, por el trabajo esmerado y profesional que le permitió salir airoso de la audiencia.
“Tengo la oportunidad de permanecer en Estados Unidos y espero que algún día pueda convertirme en residente de Estados Unidos”, afirmó.
El juez no aceptó la solicitud de asilo presentada en favor de Sánchez, considerando sus antecedentes delictivos en un caso vinculado a grupos partidarios de la lucha armada contra el régimen de Fidel Castro. Entre 1982 y 1986, el activista cumplió prisión por negarse a declarar ante un gran jurado sobre la organización Omega 7, relacionada con preparativos de expediciones armadas y atentados dentro de Estados Unidos.
Pero con la decisión judicial, Sánchez podrá respirar aliviado, pues la suspensión de deportación le despeja el peligro de ser retornado a Cuba y le pavimenta el camino para legalizar su estatus en el país donde vive desde 1967.
"La audiencia de hoy fue una victoria completa", dijo Allen a CiberCuba. "Lo más importante que sucedió hoy es que después de 56 años en Estados Unidos, Ramón Saúl pudo presentar su caso ante un juez que le escuchó y le dio el beneficio de vivir el resto de su vida en este país".
El abogado describió la audiencia como "una jornada altamente emocional".
"Hubo muchas emociones de ambas partes y todos estaban conscientes de la honestidad de Ramón Saúl y de sus servicios a la comunidad donde vive", agregó Allen, quien se encargará de reactivar la petición de residencia legal de su cliente ante el Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).
Sin poder aguantar las lágrimas, Sánchez dijo que se siente agradecido por haber podido exponer "la tragedia de los cubanos y el sacrificio de los exiliados por la libertad de Cuba".
"Ojalá que un día los cubanos podamos instaurar en nuestro país un sistema democrático en el que los tribunales no estén sometidos a la voluntad del gobierno", aseveró.
Sánchez emigró con su hermano menor a Estados Unidos cuando tenía 12 años. Su padre los envió para evadir el reclutamiento de ambos en el Servicio Militar Obligatorio.
Al entrar al país le entregaron un parole como refugiado. Sánchez nunca regularizó su estatus migratorio bajo la Ley de Ajuste Cubano, una postura que compartían numerosos cubanos del exilio histórico que soñaban con un pronto regreso a su patria.
Tras cumplir su encarcelamiento en 1986, Sánchez se convirtió en un luchador pacífico, inspirado en los ideales de desobediencia civil no violenta de Mahatma Gandhi. Como fundador del Movimiento Democracia ha liderado las llamadas "flotillas de la libertad" hacia las aguas territoriales de Cuba y ha realizado múltiples huelgas de hambre para poner la atención sobre la situación de la isla.
En vísperas de la audiencia sobre su posible deportación, exiliados en Miami se movilizaron en una vigilia para pedir justicia en su caso.
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