Abuelo de adolescente cubano que murió en el Servicio Militar exige justicia

"Deseo que vayan al infierno todos aquellos perros que te maltrataron y abusaron de tu inocencia a espaldas de mí y de tu familia entera. No al Servicio Militar Activo", pidió el abuelo del joven.

Maikol Arcia Hernández con su familia © Julio César Correa Hernández / Facebook
Maikol Arcia Hernández con su familia Foto © Julio César Correa Hernández / Facebook

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Este artículo es de hace 1 año

El abuelo de Maikol Arcia Hernández, el adolescente de 16 años que se suicidó en mayo mientras cumplía el Servicio Militar Activo (SMA), exige justicia para la muerte de su nieto.

A dos meses del terrible suceso, Julio César Correa Hernández compartió un texto en el que pide que se juzgue a quienes maltrataron a Maikol, aunque admite que eso no le traerá calma ni acabará con su dolor.


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"No tengo palabras para describir el dolor que se siente en estas circunstancias, siempre serás mi hijo, mi nieto, con mucho dolor en mi pecho siempre te diré que te extraño muchísimo. El luky, como te decían tus amiguitos en el barrio. Siempre te voy a recordar mientras yo viva como el niño sin maldad, como el niño malcriado de la casa. (...) Vivirás eternamente en mi porque jamás he aceptado que te hayas ido", escribió en su Facebook.

Captura de Facebook / Julio César Correa Hernández

"Ojalá algún día se haga justicia y ni así estaré menos calmado. Tu vida era más valiosa junto a tu familia, deseo que vayan al infierno todos aquellos perros que te maltrataron y abusaron de tu inocencia a espaldas de mí y de tu familia entera. NO AL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO. Mi niño, sé que toda una vida te extrañaré y viviré orgulloso de ti", recalcó.

En otra publicación, Correa Hernández ratificó su rechazo al Servicio Militar Activo en Cuba.

El pasado 26 de mayo, Maikol Arcia Hernández, natural de Güines, Mayabeque, se quitó la vida en la Unidad 6244, perteneciente al municipio San José de las Lajas.

Según relató entonces su abuelo, el joven recluta padecía de trastornos mentales que no fueron valorados por las autoridades médicas militares.

"Hace tres meses me comentó que se iba a quitar la vida de un tiro. Hablé profundamente con él. Al tercer día le hago saber al capitán Yordany está preocupación mía como padre de familia, el cual me manifestó que eso eran malcriadeces", detalló.

De acuerdo con el testimonio, Correa Hernández le pidió al mencionado oficial que no le entregaran armas a su nieto "para evitar males mayores", pero el capitán hizo caso omiso y lo puso a hacer posta en un silo donde había armamentos y municiones.

Días después del hecho, el abuelo de Maikol denunció que a su nieto lo reclutaron a pesar de haber sufrido una fractura de mandíbula dos años atrás.

Según contó, el joven se fracturó la mandíbula en tres partes por un batazo que recibió con un bate de aluminio, lo que obligó a que le implantaran "una lámina de metal con puntos de alambre", que no se podía retirar y era fija de por vida.

"Y así lo aprobaron para el Servicio Militar", lamentó el hombre, quien precisó que durante la necropsia le tuvieron que retirar "dicha lámina para poder reconstruir su físico lateral izquierdo".

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