El legendario cantante estadounidense Tony Bennett, intérprete de clásicos como "I Left My Heart In San Francisco", falleció este viernes en su natal Nueva York a los 96 años.
La publicista Sylvia Weiner confirmó a la agencia de noticias AP el deceso del músico, cuando faltaban dos semanas para que cumpliera 97 años, y dijo que aunque no se ha determinado una causa específica de muerte el artista había sido diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer en 2016.
Bennett –considerado el último de los grandes cantantes de salón de mediados del siglo XX– fue un eminente músico cuya devoción por temas clásicos de la música americana lo llevó a cantar temas como "I Left My Heart In San Francisco" y otros, con los cuales conquistó la admiración de artistas como Frank Sinatra a Lady Gaga.
Durante su carrera publicó más de 70 álbumes y obtuvo 19 premios Grammys, con los que defendió fervientemente la música norteamericana, pues consideraba que "ningún país ha dado al mundo una música tan grandiosa".
A diferencia de su amigo y mentor Sinatra, Bennett interpretaba una canción en lugar de encarnarla: "Creo que la gente [...] se conmueve si escucha algo que es sincero y honesto y que tal vez tiene un poco de sentido del humor [...]. Simplemente me gusta hacer que la gente se sienta bien cuando actúo", dijo en entrevista con AP en 2006.
Aunque su forma de cantar y su vida pública carecían del dramatismo de la de Sinatra, Bennett atraía con un trato fácil y cortés y una voz extraordinariamente rica y duradera que lo llevó a compartir escenario con varias generaciones de artistas.
Entre ellos la propia Lady Gaga, con quien hizo el proyecto de duetos Cheek to Cheek, con el que a sus 88 años batió, en 2014, su propio récord como intérprete vivo de más edad con un álbum número 1 en la lista Billboard 200.
Asimismo con Amy Winehouse, con quien hizo una magistral interpretación del tema "Body and Soul".
Su último álbum, Love for Sale, salió en 2021 con nuevos duetos con Lady Gaga en la canción principal, "Night and Day".
En una entrevista para la revista Life en 1965 Sinatra declaró que "Para mí, Tony Bennett es el mejor cantante del negocio. Me emociona cuando le veo. Me conmueve. Es el cantante que transmite lo que el compositor tiene en mente, y probablemente un poco más".
Para Bennett, uno de los pocos intérpretes que se mueve con facilidad entre el pop y el jazz, esas colaboraciones formaban parte de su cruzada para exponer a nuevos públicos lo que él llamaba el Gran Cancionero Americano.
"I Left My Heart In San Francisco":
Su contribución más famosa llegó cuando su carrera estaba paradójicamente en un punto muerto a través de dos desconocidos, George Cory y Douglass Cross. A principios de los 60 estos entregaron al director musical de Bennett, el pianista Ralph Sharon, unas partituras que este guardó en un cajón y olvidó hasta que la agrupación se preparaba para una gira que incluía una parada en San Francisco, California.
"Ralph vio unas partituras en el cajón de su camisa... y en lo alto del montón había una canción llamada 'I Left My Heart In San Francisco'. Ralph pensó que sería un buen material para San Francisco", contó Bennett en una ocasión.
"Estábamos ensayando y el camarero del club de Little Rock, Arkansas, dijo: 'Si grabas esa canción, seré el primero en comprarla'", y así fue como se animaron a incluirla en el repertorio.
Publicada en 1962 como cara B del sencillo "Once Upon a Time", la balada se convirtió en un fenómeno popular que permaneció en las listas de éxitos durante los siguientes dos años.
Con ella Bennett salió del punto muerto en el que estaba su carrera y obtuvo dos primeros Grammy, incluido el de disco del año.
El último Grammy de su carrera lo obtuvo a los 95 años.
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