Un cubanoamericano que estaba de visita en La Habana intentó grabar un altercado en su barrio, pero cuando los policías lo vieron con el teléfono móvil en las manos, rápidamente lo amenazaron con quitarle el aparato.
"¿Qué tú estás grabando? Deja eso. ¡Te lo desaparezco!" dijo el policía al joven. Este respondió: "Déjame, yo soy ciudadano americano".
El policía volvió a la carga: "A mí no me interesa. ¡Déjalo ya!" y la grabación quedó interrumpida.
La violencia en Cuba está en una escalada sin precedentes. La policía actúa sin límites y los ciudadanos no tienen derecho a defenderse, deben acatar sus órdenes o pueden ir presos e incluso ser golpeados.
La actuación policial es inmediata si se trata de protestas y manifestaciones contra el régimen. Sin embargo, es casi nula cuando es una cuestión de robos y asaltos en Cuba.
Este domingo un joven fue asaltado en La Habana y quedó tirado en plena calle hasta que algunos vecinos se reunieron para brindarle auxilio.
No fue la patrulla de policía ni la ambulancia, al menos durante los minutos que dura la grabación del video donde se puede ver cómo únicamente las personas del barrio lo ayudaron.
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