Residentes del edificio ubicado en Gervasio 617, entre Reina y Estrella, en Centro Habana, permanecen sin recibir agua potable desde hace casi tres meses, luego de que se realizaran trabajos de electricidad en el lugar.
A pesar de las múltiples reclamaciones a la oficina de Aguas de La Habana y las solicitudes de inspecciones para descubrir la causa de la falta de agua, no se ha encontrado una explicación convincente, explicaron a través de una carta enviada al periódico oficialista Juventud Rebelde.
Marisol Romeu Hernández, una residente del edificio, compartió su experiencia en la que ella y otros vecinos han tenido que recurrir a bañarse en casas de familiares y amigos, además de cargar agua desde otros lugares para cubrir sus necesidades diarias de cocina y consumo.
Aunque han recibido ocasionalmente servicios de pipas, no ha sido suficiente para garantizar un suministro regular, aseguró.
Una de las explicaciones que se les ha dado es que el edificio se encuentra en la cima de una loma y que no se bombea con suficiente fuerza para llegar a esa altura.
Sin embargo, la pregunta persiste sobre cómo otros edificios cercanos reciben el servicio sin problemas.
Aunque no se han presentado acusaciones formales y se espera un análisis realizado por especialistas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, se sabe que hay "ladrones de agua" que pueden estar afectando el suministro, a pesar de que se bombea suficiente tiempo para que llegue a la cisterna del edificio.
Los residentes afectados exigen una investigación exhaustiva por parte de Aguas de La Habana para identificar las causas subyacentes de este problema y encontrar una solución definitiva.
Por otro lado, en Vázquez, poblado de Puerto Padre, en Las Tunas, Marlén Almaguer Ricardo expresó su preocupación por la falta de agua potable, describiendo la situación como "patológica".
Durante la primera quincena de junio, experimentaron una interrupción en el suministro debido a una avería en la turbina que impulsa el líquido, y aunque se restableció temporalmente, se encuentran nuevamente sin servicio hasta la fecha actual.
La escasez de agua potable en Cuba se ha convertido en un desafío apremiante para la población. A lo largo del país, se han reportado problemas recurrentes de suministro, con interrupciones frecuentes que afectan tanto a zonas urbanas como rurales.
Sin una infraestructura adecuada, el envejecimiento de los sistemas de abastecimiento y la limitada disponibilidad de recursos hídricos esta situación es cada vez más crítica.
Los cubanos se enfrentan a dificultades para acceder a agua limpia y segura para sus necesidades diarias, lo que implica un impacto negativo en su calidad de vida y en la salud pública.
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