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Tal como había adelantado L'Equipe, Kylian Mbappé no renovará con el Paris Saint Germain. En el Parque de los Príncipes se recibió una misiva del delantero en la cual afirmaba que no pretendía acogerse a la cláusula del año suplementario que le otorga su contrato (tiene que activarla antes del 31 de julio), y en el club floreció la certeza de que es preciso darle salida pronto antes de verlo partir gratis.
Y como la desgracia de unos es la felicidad de otros, el Real Madrid se colmó de entusiasmo al conocer la noticia. En Valdebebas se busca al sucesor de Karim Benzema, y "Donatello" -alarmantemente eficaz de cara al gol y satisfactoriamente joven- se vislumbra como el candidato perfecto.
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En realidad, siempre lo ha sido. El equipo lo peleó en el ahora lejano 2017, pero el jugador prefirió corretear por el campo de París. Después hubo otro intento en 2021, se le ofrecieron 170 millones de euros, mas Kylian permaneció en el mismo sitio. Y en 2022 llegó la tercera parte de la saga, el madridismo se ilusionó como nunca antes, y de todas maneras las aguas no cambiaron de nivel.
Los plantones del galo, sin embargo, parecen perdonables por una afición que este año vio cómo su equipo se quedaba sin Champions y sin Liga, y que ahora aplaude delirantemente la decisión del crack de Bondy, indispuesto con las promesas de Al Khelaïfi. Una cosa está clara: este último no va a dejarlo salir sin aportar plata a las arcas, por lo que no debiera tardar mucho un giro de timón en la carrera futbolística del talentoso goleador.
De modo que el PSG está abocado a una metamorfosis en su imagen: si hasta el curso anterior blasonaba de un tridente formado por Mbappé, Messi y Neymar, el que viene quizás ya no tenga a ninguno de ellos en sus filas. El argentino ya comienza a dejarse querer en Miami, el francés podría tener encomendada ya su camiseta blanca, y el brasileño no goza del favor de la fanaticada del plantel, harta de sus continuas lesiones y su propensión a la bohemia.
Hasta hace muy poco, en Madrid sonaban fuertemente nombres como Harry Kane o Kai Havertz. Desde este momento, cabe pensar que pasarán a planos secundarios.
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