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En un día de calor cubano pocas cosas apetecen más que tomarse un refresco bien frío. Llegar a casa, quitarse los zapatos y destapar una botellita con sus burbujas estallando en los labios, era algo muy cercano a la felicidad que ya la gente ni recuerda en Cuba.
En la lista de "memorias del ayer" quedaron los sabores de bebidas como el Jupiña, la Materva, Cawy Limón, el Ironbeer que decían tenía sus virtudes potenciadoras, la Bella Matancera, Piñita, la Malta Hatuey, entre otros.
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Algo tan sencillo como sentarse a tomar y disfrutar un refresco con gas, es cosa difícil para el cubano medio en la actualidad, porque no hay oferta y la poca que se encuentra tiene un altísimo precio. ¡Hasta el guarapo de caña ya es historia pasada!
Las marcas comerciales de la década de 1950 no han desaparecido de la memoria de los cubanos, porque no se trata solo de un sabor, sino de una experiencia, de recuerdos que van relacionados con nuestra vida social, con los modos de disfrutar los pequeños placeres que hacen rica y feliz la existencia.
"Ironbeer, el refresco de los que saben beber" se vendía por 5 centavos. Lo mismo pasaba con la Coca-Cola, cuando tuvo sus fábricas en Cuba.
¿Quién no recuerda la Malta Hatuey con leche condensada? Combinación letal para los diabéticos, pero rica para refrescar y endulzarte la boca.
La revolución eliminó la publicidad comercial de estos refrescos y hasta le cambió el nombre a muchos de ellos, pero no logró sacarlos de la memoria de la gente.
En las décadas de 1980, 1990 y 2000 de vez en cuando te tomabas un refresquito en la calle, o lo comprabas y lo reservabas para grandes momentos en casa; o compartías un ron con cola con los amigos, pero en 2023 esto no existe. Es parte del pasado para miles de cubanos.
Incluso marcas más recientes como la Tropicola, Tukola, Najita y Ciego Montero de Limón, no están al alcance de muchas personas en la isla. No se encuentran en los mercados o tienen un precio desorbitante y hay que priorizar otra cosa que alimente de verdad, a la hora de comer.
Se acabaron las bebidas gaseosas en Cuba, se acabó el placer de sentir burbujitas en la boca. Toca beber agua fría con azúcar, el que pueda.
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