Viviendas afectadas, carreteras destruidas, puentes intransitables, caminos anegados, árboles derribados, ramas y barro obstruyendo el paso… los destrozos en la provincia de Granma tras el desbordamiento del río Jiguaní empezaron a ser visibles este viernes, en especial en el municipio del mismo nombre.
Impresionantes imágenes difundidas en redes sociales mostraron los estragos, causado por la persistencia de fuertes lluvias en el oriente de Cuba, que provocaron una crecida histórica del río, que en algunos puntos llegó a ser de un metro por encima de puentes y otros pasos de su curso.
Con el restablecimiento parcial del flujo eléctrico, este viernes la emisora oficialista Radio Jiguaní compartió en sus redes sociales imágenes de la localidad arrasada por las aguas, con viviendas anegadas y vecinos que han perdido sus enseres personales mientras la población hace esfuerzos por recuperar la normalidad en la zona.
“Las imágenes muestran daños sin precedentes en la arquitectura de nuestro municipio, los numerosos puentes que conectan al pueblo han sufrido impactos negativos. Mucho hay que trabajar para revertir esta realidad y devolver la belleza y frescura a la Villa San Pablo de Jiguaní”, indicó la emisora en un post en el que compartió imágenes de los destrozos causados por la riada.
Según los pobladores de la localidad, “nunca habían visto esta situación”, dijo el jueves en redes sociales el periodista identificado como Kriss Rojas. Imágenes compartidas por este usuario y por el internauta Bryam Pérez Valdés mostraron a personas con el agua a la altura de sus caderas y localidades totalmente inundadas.
La red de pluviómetros del Instituto de Meteorología (INSMET) de Cuba y del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos reportaron acumulados de precipitaciones superiores a los 100 milímetros en 32 localidades, mientras los meteorólogos avisaban de la persistencia de fuertes lluvias en el centro y oriente del país.
Luminarias del alumbrado público sumergidas casi hasta la punta, viviendas prácticamente sumergidas bajo el agua, la crecida del Jiguaní en Granma deja una estampa de desolación que demanda la intervención de las autoridades locales y de la provincia, ante lo que pudiera ser considerado un hecho considerado un suceso catastrófico.
Aunque la emisora oficialista rememora el pasado glorioso de Jiguaní en las históricas gestas de independencia y asegura que los jiguaniceros pondrán “manos y corazón” a las labores de recuperación, todavía se desconocen las cifras oficiales de los daños provocados en viviendas e infraestructura, ni las cuantías de las afectaciones en la economía de la zona.
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