Una madre de cuatro hijos fue asesinada a tiros en Ocala, Florida, tras una acalorada disputa con una vecina que se había quejado de que los hijos de la víctima jugaban al aire libre.
Ajike "AJ" Owens, afroamericana de 35 años, fue ultimada a balazos el pasado viernes por su vecina, una mujer blanca no identificada, de 58 años, luego de gritarles a los hijos de AJ que se fueran de su terreno e insultarlos con frases racistas, informaron medios de prensa.
El sheriff del condado de Marion, Billy Woods, informó este lunes en rueda de prensa que los agentes respondieron a una llamada por allanamiento de morada el viernes por la noche y encontraron a una mujer herida de bala.
Según la declaración del abogado de la autora del tiroteo, Ben Crump, después de que la mujer gritara insultos a los hijos de Owens, ellos dejaron accidentalmente un iPad, que la mujer cogió.
Cuando uno de los hijos fue a recuperarlo, ella lo lanzó, golpeando al niño y rompiendo la pantalla.
Owens cruzó la calle para hablar con su vecina después de enterarse de lo sucedido.
Según la vecina, hubo "mucha agresividad" por ambas partes, así como amenazas, y Owens recibió finalmente un disparo que atravesó la puerta y fue declarada muerta más tarde en un hospital, según las autoridades.
La mujer que disparó ha estado cooperando con la policía y no se ha producido ninguna detención, mientras se investiga el caso.
Al menos dos de los cuatro hijos de Owens podrían haber presenciado el tiroteo, que se produjo sobre las nueve de la noche.
Pamela Dias, madre de la víctima, afirmó que la vecina "nunca abrió" cuando su hija intentó enfrentarse a ella, y recibió un disparo a través de la puerta.
Las autoridades habían recibido informes de las dos vecinas que se remontan al menos a enero de 2021.
Esas notificaciones incluían llamadas de la autora del crimen quejándose de los hijos de Owens, pero eran "niños siendo niños", según el sheriff.
Woods prometió a la familia de la víctima que su oficina proporcionará todos los recursos disponibles para buscar justicia en el caso.
Recientemente trascendió que un hombre disparó a repartidores de comida de la compañía Instacart que fueron erróneamente a su casa en la ciudad de Davie, condado de Broward, en el sur de Florida.
Waldes Thomas Jr., de 19 años, y Diamond D'arville, de 20, intentaban entregar comida el pasado 15 de abril mientras hablaban por teléfono con el cliente tratando de encontrar la dirección correcta, pero condujeron a la propiedad de Antonio Caccavale, quien les disparó.
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