El joven Jordan Rivera, de 23 años, sufrió la amputación de un brazo tras ser atacado por un caimán de 3,20 metros de longitud en un estanque de la localidad de Port Charlotte, en el suroeste de Florida.
En declaraciones a un medio de prensa local, Rivera explicó que estaba en un bar, se estaba orinando y la cola para el baño era larga, así que decidió ir a la parte posterior del establecimiento, situado junto a un estanque. Fue en ese momento que fue herido por el reptil.
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"El equipo que acudió al lugar atendió a un hombre, que debido a las heridas sufrió la amputación de la extremidad superior derecha por encima del codo", dijo en un comunicado citado por la prensa Todd Dunn, portavoz de los bomberos y servicios médicos de urgencia del condado de Charlotte.
La misma fuente añadió precisó que el trágico incidente ocurrió en la madrugada del domingo en un estanque próximo a un local llamado Banditos Bar y que testigos le hicieron un torniquete a la víctima antes de que llegaran los servicios de emergencia.
El herido fue trasladado en helicóptero al hospital Gulf Coast, en Fort Myers, con heridas graves. El personal sanitario que lo atendió tomó la decisión de amputarle el brazo para salvarle la vida.
"He perdido el brazo, pero no la vida", dice el joven, quien a pesar de lo sucedido se muestra optimista.
La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC) envió al lugar a un experto que capturó y sacrificó de forma “humanitaria” al animal.
La FWC subrayó que las muertes o lesiones graves causadas por caimanes son raras en el estado.
La agencia indicó que da la máxima prioridad a la seguridad pública, y advirtió a la población que mantenga una distancia de seguridad de los reptiles, que no les den comida y que naden solo en las zonas designadas durante las horas diurnas.
"Cuando se les da de comer, los caimanes pueden perder su cautela natural y aprender a asociar a las personas con la disponibilidad de comida. Esto puede dar lugar a circunstancias peligrosas para uno mismo y para otras personas que puedan encontrarse con el caimán en el futuro", afirma la agencia.
Además, aconseja a los residentes que mantengan a sus mascotas atadas y alejadas de la orilla del agua porque los animales pueden parecer presas de los caimanes.
A través de su Programa Estatal de Caimanes Molestos, la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna Silvestre contrata a cazadores de caimanes en todo el estado para eliminar a los que puedan suponer una amenaza. Los residentes pueden llamar a una línea directa para informar de sus preocupaciones sobre estos animales.
"Por lo general, un caimán puede considerarse una molestia si mide al menos 1,2 metros y se cree que supone una amenaza para las personas, los animales domésticos o la propiedad", dice el sitio web de la agencia.
La misma fuente añade que el objetivo del programa es "hacer frente de forma proactiva a las amenazas que suponen los caimanes en las zonas urbanizadas, conservando al mismo tiempo los caimanes en las zonas donde se dan de forma natural", según la página web.
En abril pasado, otro hombre de Florida perdió parte de la pierna derecha tras sufrir el ataque de un caimán en un parque en el condado de Brevard, en la costa este del estado.
En ese caso el ataque se produjo en el parque Titusville RV y, como resultado de las heridas, los médicos tuvieron que amputarle la pierna derecha por debajo de la rodilla.
Los caimanes suelen ser más visibles y activos durante las temporadas de primavera y verano.
Los datos publicados por la FWC en 2022 muestran que el pasado año se registraron en el estado nueve mordeduras mayores de caimanes, dos menores, y ningún ataque fatal.
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