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Más de 380 mil solicitudes de parole humanitario con patrocinio económico para cubanos aguardan para ser procesadas por las autoridades estadounidenses, una avalancha que ha congestionado el sistema de procesamiento de casos y pone en peligro la viabilidad del programa migratorio.
De acuerdo con documentos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) obtenidos por la cadena CBS, hasta finales de abril se habían recibido más de 1.5 millones de peticiones bajo el programa de parole humanitario para cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos, implementado desde el pasado 6 de enero.
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Los casos pendientes de cubanos para ingresar a Estados Unidos solo son superados por las más de 580 mil peticiones de haitianos. El reporte indica, además, que esperan también por revisión más de 120 mil solicitudes de venezolanos y más de 20 mil de nicaragüenses.
El abarrotamiento de casos presentados en favor de nacionales de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua está poniendo en aprietos la capacidad del sistema migratorio para procesar gradualmente las solicitudes y reducir los acumulados desde el pasado enero.
Las reglas establecidas por el programa migratorio permiten otorgar hasta 30 mil permisos mensuales para viajar a Estados Unidos y recibir un parole humanitario, lo que condiciona que las autoridades del Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) procesen al menos unos mil expedientes diarios entre las cuatro nacionalidades beneficiadas.
Pero las previsiones de la administración Biden sobre la puesta en marcha del programa como alternativa para disuadir la inmigración irregular por los puntos fronterizos, han roto todas las expectativas.
“El volumen de peticiones ha sido realmente abrumador”, dijo a CiberCuba un funcionario de USCIS. “Nuestro compromiso es buscar vías para posibilitar que el programa pueda seguir adelante”.
Desde la pasada semana, el gobierno de Estados Unidos implementó cambios en el proceso de selección de solicitudes de parole humanitario, combinando la aprobación aleatoria de casos con la atención a peticiones con mayor tiempo de espera.
La modificación del proceso selectivo implica procesar diariamente unas 500 solicitudes al azar mientras otras 500 serán escogidas por el orden en que fueron registradas.
Pero a ese ritmo, la congestión prevalecerá por largo tiempo, porque la página digital de USCIS está recibiendo unas 12 mil solicitudes diarias.
El funcionario dijo que la agencia reconoce que se trata de “un enorme reto”, pero declinó responder sobre la opción de aumentar el cupo de permisos mensuales más allá de los previstos actualmente.
Documentos internos de DHS señalan la posibilidad de incrementar la capacidad de aprobación de casos, so pena de que el programa pueda disminuir su efectividad.
Hasta abril, las cifras proporcionadas por DHS indican que más de 128 mil personas han recibido autorización para viajar a Estados Unidos como beneficiarios del programa de parole, de los que unos 102 mil han logrado ingresar al país.
Los cubanos han recibido ya más de 24 mil aprobaciones de viaje y de ellos han logrado ingresar con el parole unos 22 mil. El resto de los permisos otorgados se reparten entre 46 mil venezolanos, 38 mil de ellos ya en territorio estadounidense; 39 mil haitianos (29 mil han podido viajar); y 19 mil nicaragüenses (13 mil).
En el caso de los venezolanos, la cuenta comenzó desde el pasado octubre, cuando se abrió el programa como un plan de emergencia para detener el imparable flujo por la frontera de México.
Para la estrategia de la administración Biden enfocada en detener la inmigración irregular desde México, especialmente tras la suspensión de la orden sanitaria del Título 42, es clave la eficacia del programa de parole humanitario.
En apenas días, el programa de parole humanitario será cuestionado en una corte federal de Texas, donde 20 estados republicanos pedirán su eliminación. El juicio está fijado para comenzar el 15 de junio con una duración prevista de dos semanas.
El tema de la viabilidad del programa será esencial para la decisión del juez federal Drew B. Tipton en un proceso judicial que ya registra más de 140 entradas con mociones y evidencia documental. Se espera que no haya un fallo sobre el litigio al menos hasta septiembre.
El programa de parole humanitario se complementa con el programa para conceder unas mil citas diarias para solicitar asilo en la frontera mediante la aplicación telefónica CBP One, la creación de unos 100 centros de trámite y consulta para inmigrantes en Centro y Suramérica, y la devolución de unos 30 mil indocumentados mensuales a México.
Pero la devolución de indocumentados cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos a México depende también de que el programa de parole se mantenga en pie, según reconoció la pasada semana Blas Núñez-Neto, subsecretario de Política de Fronteras e Inmigración del DHS.
Los cruces por la frontera mexicana se han reducido ostensiblemente desde el pasado 12 de mayo, cuando quedó abolido el Título 42 y Estados Unidos puso en práctica una política de devolución expedita para las personas que intenten ingresar de manera irregular.
Si bien en el caso de los cubanos los arribos por México se mantuvieron relativamente bajos desde enero, las cifras de las operaciones y las llegadas por mar siguen en escalada, con alta preocupación de las autoridades estadounidenses con la temporada de verano a la vuelta de la esquina.
El gobierno de Estados Unidos advirtió que los cubanos que sean capturados en el mar o logren llegar a las costas del sur de Florida serán devueltos a sus puntos de origen e impedidos de beneficiarse del programa de parole humanitario en el futuro inmediato.
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