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El congresista cubanoamericano Carlos Giménez lanzó un mensaje de alerta ante lo que consideró una nueva y peligrosa oleada de cesión de soberanía por parte del régimen de La Habana ante los intereses de la Rusia de Vladimir Putin.
“La dictadura comunista de Castro está vendiendo una vez más la isla de Cuba a Rusia; el régimen incluso apoya la guerra de Putin contra Ucrania”, denunció el republicano este domingo a través de sus redes sociales.
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En su publicación de Twitter, Giménez se dirigió al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para criticar su política de “apaciguamiento” hacia La Habana y pidió más mano dura contra el régimen cubano, al que describió como un peligroso aliado de Putin en la región.
“¡En lugar de apaciguar a los Castro, el presidente de EE.UU debería imponer sanciones contra el brutal régimen!”, añadió el político, enlazando un artículo de un medio de Florida dando cuenta del peligroso acercamiento de Moscú a Miguel Díaz-Canel, un gobernante designado por el dictador Raúl Castro, carente de legitimidad y apoyo popular, e incapaz de sacar al país de la profunda crisis que atraviesa.
La noticia de que su gobierno ha ofrecido a empresas rusas el derecho a hacer uso en usufructo de la tierra de la isla por un plazo de 30 años, preocupó al congresista cubanoamericano por Florida.
“Permitir que las empresas rusas arrienden tierras puede ser particularmente controvertido porque los ciudadanos y las empresas estadounidenses todavía tienen derechos de propiedad certificados sobre las tierras confiscadas por Fidel Castro poco después de que asumiera el poder en 1959”, indicó un artículo de la periodista Nora Gámez Torres.
Publicado en El Nuevo Herald bajo el título de “En un movimiento sin precedentes, Cuba permitirá que los rusos arrienden tierras a medida que los dos países se acercan”, el artículo repasó los últimos acuerdos alcanzados entre ambos regímenes autoritarios en medio del contexto cada vez más crítico de la invasión rusa a Ucrania y el apoyo de los países occidentales al país agredido.
"Nos están dando un trato preferencial", admitió Boris Titov, jefe del Comité Empresarial Cubano-Ruso, durante la apertura de un foro bilateral inaugurado el pasado miércoles en La Habana, reconociendo que las autoridades cubanas privilegian los negocios con la oligarquía rusa antes que cualquier otra inversión extranjera.
La cesión a productores agrícolas rusos de la tierra cubana en usufructo, la exención de diferentes aranceles a las empresas rusas, las facilidades para repatriar ganancias a Rusia, los procesos expeditos para la oficialización de empresas mixtas, así como la posibilidad de operar en las monedas locales o la instalación de una línea marítima portuaria que conecte ambas naciones al estilo de la época de la existencia de la Unión Soviética, son ejemplos de la relación que intenta establecer el poder cubano con sus homólogos rusos, calificada de tóxica y entreguista por activistas de la sociedad civil cubana.
A finales de enero, expertos rusos del Instituto de la Economía de Crecimiento Stolipin de visita en La Habana anunciaron la creación de un Centro de Transformación Económica para impulsar reformas en la economía cubana.
Los especialistas rusos supervisarán la preparación de un programa de transformación de la economía cubana que se basará en el desarrollo de la empresa privada, informó la agencia de noticias estatal rusa Sputnik.
El centro conjunto incluirá, además, por la parte rusa, a expertos del Centro de Desarrollo Estratégico y del Instituto de Pronóstico Económico Nacional de la Academia de Ciencias de Rusia, así como, por parte de Cuba, a representantes de los ministerios clave y del Banco Central.
Para el laboratorio de ideas Siglo XXI, una organización independiente de la sociedad civil cubana con sede en Madrid, el acuerdo del régimen totalitario cubano con el oligarca ruso Titov confirma su “transición hacia un Estado mafioso de mercado como el de Putin”.
“Aquellas fuerzas que en países democráticos con Estado de Derecho y libre mercado vienen abogando por relaciones constructivas con la elite de poder cubana deben desechar ilusiones y tomar debida nota de que ésta ya ha decidido, formal y públicamente, ‘modernizar’ su Estado mafioso en estrecha alianza con el peor enemigo de Occidente en este momento: la Rusia de Putin”, expresó la entidad en un comunicado.
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