Retornan a Cuba las cenizas de balsero veterano de Angola que falleció en travesía hacia Florida

Carlos Alberto Rosell Ojeda, de 56 años, formó parte de un grupo 20 cubanos que zarpó la madrugada del 18 de junio de 2022 en una embarcación rústica y naufragó frente a las costas de Florida.

Carlos Alberto Rosell Ojeda (izq.) y sus cenizas en el hogar familiar en La Habana © Cortesía a CiberCuba
Carlos Alberto Rosell Ojeda (izq.) y sus cenizas en el hogar familiar en La Habana Foto © Cortesía a CiberCuba

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Este artículo es de hace 1 año

Las cenizas del balsero Carlos Alberto Rosell Ojeda, fallecido en una travesía hacia las costas de Florida el pasado año, están ya junto a su familia en Cuba después de una prolongada batalla para identificar su cadáver y cumplir los trámites para el traslado desde Miami.

“Ha sido una etapa traumática y brutal para nuestra familia, con mucho sufrimiento y espera”, dijo su hermana Carmen María Rosell Ojeda en conversación telefónica desde La Habana. “Ya mi hermano está con nosotros para darle santa sepultura y cerrar este capítulo que ha destruido nuestras vidas”.


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Las cenizas fueron finalmente entregadas en Cuba la pasada semana gracias a la cooperación de un amigo que las transportó por vía aérea desde Estados Unidos. La familia tiene previsto realizar las honras fúnebres el próximo 5 de junio en su hogar del reparto La Víbora, donde se ofrecerá una misa antes de depositarlas en una bóveda en el Cementerio de Colón.

“El tiempo y Dios se encargarán de aliviar nuestro dolor y ayudarnos a tratar de aceptar lo sucedido”, manifestó Carmen María, que vive con su madre, Josefina Ojeda, de 82 años. La anciana ha necesitado ayuda sicológica para enfrentar la pérdida del hijo.

Carlos Alberto, veterano de la guerra de Angola y empleado de la cadena de tiendas CIMEX en La Habana, formó parte de un grupo 20 cubanos que zarpó la madrugada del 18 de junio de 2022 en una embarcación rústica rumbo a Estados Unidos. Tenía 56 años.

La embarcación zozobró y su cuerpo fue hallado pocos días después de una intensa búsqueda de unidades de la Guardia Costera (USCG) en la zona de Fort Zachary Taylor, al sur de Cayo Hueso.

Pero el cuerpo apareció severamente dañado y sus familiares pidieron realizar una prueba de comprobación por ADN para confirmar su identidad, en lo que constituyó una verdadera odisea por casi nueve meses antes de poder verificar la información genética y proceder al proceso de cremación.

Los especialistas de la Oficina Forense del condado de Monroe, en Cayo Hueso, necesitaban muestras de ADN de la familia, por lo que Carmen María presentó una solicitud oficial para obtener una visa y poder viajar a Estados Unidos a cumplir el trámite de medicina legal.

El expediente del caso para solicitar una visa humanitaria fue presentado ante las autoridades de la Embajada de Estados Unidos en La Habana el 12 de octubre de 2022, pero Carmen María nunca recibió respuesta sobre su solicitud.

El Departamento de Estado declinó comentar a CiberCuba sobre el caso, argumentado criterios de privacidad sobre el procesamiento de visas.

En medio de la espera, una tía de los Rosell Ojeda, residente en Guatemala, viajó a Estados Unidos para brindar muestras de ADN a los investigadores, que la recibieron en la oficina de Tavernier.

También Carmen María realizó desde La Habana una recolección de sus muestras genéticas (pelo, saliva, cepillo dental), que fueron debidamente certificadas y enviadas a Cayo Hueso al detective forense Bernard Berrios, al frente de la investigación del caso.

“Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance para identificar a mi hermano y traerlo a casa”, expresó Carmen María. “Pero ha sido un angustioso proceso de duelo”.

Hechas las comparaciones de ADN, el resultado final estuvo a fines del pasado febrero. El cadáver fue reclamado por la Funeraria Nacional de Miami, que ofreció gratuitamente los servicios de cremación. El 30 de marzo quedó concluido el proceso y las cenizas fueron entregadas para el envío a Cuba.

“Estamos muy agradecidos con todas las personas que estuvieron involucradas en este esfuerzo por rescatar los restos de mi hermano”, declaró Carmen María. “Lamento no haber podido ir a Estados Unidos para también tocar puerta a puerta a todos los que ayudaron a solucionar este caso”.

Familiares y amistades en Miami realizaron una misa de recordación antes de que las cenizas fueran enviadas a Cuba.

“Mis sentimientos están a flor de piel, porque en cada rincón de nuestra casa hay una huella de mi hermano, el más chico de la familia, el más servicial, que fue hijo, amigo, compañero, un hombre que reunía cualidades excepcionales y era un ejemplo a seguir”, confesó la hermana.

Recordó que Carlos Alberto peleó como “un bravo guerrero” en Angola, cuando solo tenía 17 años. Regresó con reconocimientos de combatiente internacionalista a los 20 años.

“Hizo lo que hizo y se echó al mar porque irse se había convertido en una obsesión para él”, recordó ella. “Quería tener un mejor futuro y, sobre todas las cosas, su ilusión en todo momento era proporcionarle bienestar a su familia”.

Nota de agradecimiento de la familia Rosell Ojeda

Estamos muy agradecidos con todo el personal que estuvo involucrado en el caso de Carlos Alberto Rosell Ojeda, y quiero hacérselo llegar en nombre mío y de mi familia por tanto apoyo. Gracias por todo apoyo y el arduo trabajo que siempre pusieron y el empeño y la disposición de todos. Nos han mostrado en todo momento cualidades excepcionales por las cuales solo puedo expresar palabras de agradecimiento para todos.

Siempre en todo momento mi familia y yo les estaremos agradecidos infinitamente con la profesionalidad y el empeño que mostraron desde el minuto cero hacia con nosotros. Sin este gran equipo nunca se hubieran logrado estos resultados, y espero que esta amistad siga creciendo a un grado increíble y que jamás olvidaré.

Cada momento que hemos pasado durante este largo año no hubiera sido posible sin su ayuda. Hoy finalmente las cenizas de mi hermano están en Cuba para darle su Santa sepultura en los primeros días de junio.

Gracias a todos los que participaron en este esfuerzo. No quiero mencionar nombres porque juntos hicieron posible lo que pensamos que era imposible.

GRACIAS, GRACIAS

CARMEN MARIA ROSELL OJEDA Y FAMILIA

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Wilfredo Cancio Isla

Periodista de CiberCuba. Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna (España). Redactor y directivo editorial en El Nuevo Herald, Telemundo, AFP, Diario Las Américas, AmericaTeVe, Cafe Fuerte y Radio TV Martí.


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