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Corría el mes de diciembre de 2018 cuando el entonces vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Roberto Morales Ojeda, arengaba en la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre la necesidad de implementar medidas encaminadas a “rescatar” los conceptos fundacionales del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia.
Cuatro años y pico después, el “reelecto” gobernante Miguel Díaz-Canel se dirigió a los participantes en el balance del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), que sesionó en el Palacio de la Revolución para comunicarles su último descubrimiento: que “el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia es una idea genial de Fidel”.
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El también primer secretario del Partido Comunista de Cuba consideró que dicho programa es una iniciativa “sumamente revolucionaria, que tenemos que defender”. En la reunión, científicos y expertos para temas de Salud presentaron otro plan para el perfeccionamiento del mismo.
A ellos se dirigió Díaz-Canel para insistirles en las posibilidades que brinda el programa a profesionales para estudiar especialidades y “realizar trabajos de investigación en las comunidades sobre diferentes problemas de salud para adquirir el grado de doctores en ciencia”.
Así lo reflejó una nota de prensa de la Presidencia de Cuba, una institución sin memoria y sin vergüenza, que es capaz de retomar una política fracasada en reiteradas ocasiones para aparentar que toma decisiones y busca soluciones a la crisis de la sanidad pública en el país, una situación que reconoció en el mismo foro el primer ministro Manuel Marrero Cruz, alegando carencia de ingresos en divisas para solucionarla.
Pero el gobernante que afirmó que en Cuba no hay alimentos, ni ganado, ni pescado -a pesar de tener una Ley de Soberanía Alimentaria, una Ley de Fomento Ganadero y una Ley de Pesca-, se mostró satisfecho por una estrategia que modifica e incorpora cerca de medio centenar de acciones para recuperar la brillante idea del dictador en jefe.
En abril de 2021 el gobierno cubano aprobó 63 medidas económicas para el desarrollo del sector agropecuario. En abril de 2023, Marrero Cruz se preguntaba en una reunión del sector ¿dónde estaba la comida en el plato?, tras reconocer que las 63 medidas y una Ley de Soberanía Alimentaria no había servido de nada para resolver la escasez en la isla.
Mientras la cúpula del régimen cubano hace como que gobierna, los servicios públicos sufren un progresivo deterioro, los campesinos no producen, las industrias y los hogares pasan la mitad de la jornada sin suministro eléctrico, las supuestas inversiones en infraestructuras se desvanecen, y las termoeléctricas y los hospitales colapsan.
Pero Díaz-Canel y compañía siguen desarrollando estrategias y desenterrando fracasos para “ponerle manos y corazón a Cuba”, que lo que necesita es más comida, más respeto a la dignidad de la persona y menos consignas. El Programa de Médicos de la Familia, que en 2024 cumplirá 40 años de fundado, es un ejemplo de la incapacidad del régimen para generar análisis y propuestas pragmáticas para salir de una crisis estructural que no hace más que profundizarse por su ineptitud y voluntad de aferrarse al poder a toda costa.
“La carencia de ingresos en divisas nos impide avanzar en la búsqueda de soluciones para las problemáticas más complejas que enfrentamos como país, asociadas a la producción de alimentos, la crisis energética y la adquisición de recursos que garanticen las demandas de salud de nuestra población”, dijo Marrero este lunes. “Nada avizora un cambio brusco de las condiciones financieras que hoy limitan las actividades fundamentales del país”, precisó.
El MINSAP dispone solo con el 39.6 % de las ambulancias necesarias para atender las diferentes emergencias médicas. Pero Marrero reconoció que la “escasez de medicamentos, insumos para prestaciones fundamentales, deterioro de la infraestructura, del equipamiento y del transporte sanitario y la migración interna y externa no despreciable de trabajadores del sector son desafíos que requieren esfuerzos superiores”.
El suicidio estuvo entre las 10 primeras causas de muerte en Cuba el año pasado, según informó el organismo, pero Díaz-Canel tuitea que analizó con expertos “la actualización del Programa del Médico y Enfermera de la Familia, la mayor innovación en Salud impulsada por Fidel”.
Ateo y materialista científico de puro ceporro, el Dr. Díaz-Canel quiere resucitar el Programa de Fidel, ya que a este último no puede revivirlo y ponerlo al frente del país que destruyó, y del cual, él solo heredó las ruinas.
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