El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel dijo que el gobierno debe hacer los cambios estructurales necesarios para eliminar las trabas que impiden producir comida en Cuba.
Sus declaraciones llegan en medio de una profunda crisis económica, energética social y política, tras una multitudinaria protesta en el municipio Caimanera, en Guantánamo este fin de semana, donde la población pidió a gritos comida y libertad.
Díaz-Canel inició este lunes un recorrido nacional para evaluar la gestión de los gobiernos provinciales. En lugar de comenzar por el oriente cubano, donde la situación está crítica, por la escasez de agua, de alimentos y de combustible, decidió ir al occidente de la isla.
En Artemisa se reunió con las autoridades locales y pidió impulsar la agricultura y la ganadería, como únicas vías de garantizar la alimentación del pueblo cubano. Dijo que no se puede depender de la exportación y reiteró que cada lugar del país tendrá los alimentos que sean capaces de producir.
La Presidencia de Cuba señaló en Twitter que el mandatario criticó la "lentitud en la concreción de proyectos con inversión extranjera" y alertó sobre el "destino de los fondos de los proyectos de cooperación en este sector", sin precisar cuál será ese "destino".
Pidió al gobierno local que las empresas de la Agricultura estén subordinadas al municipio. "Si no hay sistemas productivos locales, el Programa de Soberanía Alimentaria no se va a concretar" dijo.
En diciembre de 2022 Díaz-Canel dijo en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular que en Cuba no hay alimentos, ni ganado ni pescado, a pesar de tener una Ley de Soberanía Alimentaria, un proyecto de Ley de Fomento Ganadero y una Ley de Pesca.
"Tenemos que movernos en ese sentido, porque tenemos las potencialidades. (...) Puede sonar a chiste, pero no lo es realmente, lo que a veces da risa como muchas cosas que hacemos", dijo quitándole peso al problema de su pésima gestión económica del país.
La actual crisis de alimentación en Cuba no tiene precedente. Este sábado los habitantes de Caimanera salieron a las calles a pedir "Libertad" y denunciaron a viva voz, ante el gobierno municipal y ante la sede del Partido Comunista del territorio, que "no hay comida en Cuba".
La manifestación fue reprimida con violencia por las Brigadas Especiales del Ministerio del Interior. Varios manifestantes fueron detenidos y hay al menos cinco personas cuyo paradero aún se desconoce.
El régimen cortó el servicio de internet en todo el país en el horario vespertino del sábado, para evitar que las imágenes de la protesta se extendieran en las redes sociales y actuaran con efecto dominó provocando el levantamiento en otros territorios.
A través del perfil de un periodista oficialista, dijeron que la protesta la iniciaron tres personas que consumían bebidas alcohólicas en Caimanera y que luego otros individuos se sumaron a manifestarse.
Este inverosímil discurso oficialista ha recibido múltiples críticas y burlas en las redes sociales porque los cubanos no entienden cómo es posible que "tres borrachos de Caimanera" pongan a un gobierno en pie de guerra.
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