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En sus más de sesenta años de creados, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) se han dedicado a amargar las vidas de los cubanos con la vigilancia, la "chivatería" y la agitación de las masas, en especial para movilizarlas a desfilar el Primero de Mayo. Pero este viernes se pasaron.
En su afán de adoctrinamiento, el macabro ente que dirige el ex espía Gerardo Hernández Nordelo compartió a través de sus redes sociales la fotografía de un niño de nueve años que llevaron a desfilar por el malecón habanero con una muleta, debido a la falta de su pierna derecha.
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“Él es Ardiel, tiene 9 años. Estudia en la escuela Solidaridad con Panamá: centro insigne de la educación y la obra humanista de la Revolución. Su tío trabaja en Geicon, y él no podía faltar”, dijo la cuenta de Twitter de los CDR, compartiendo la imagen del pequeño apoyado en su muleta y agitando una banderita cubana en un Malecón apenas salpicado por grupúsculos de gente.
El tío del menor, trabajador del Grupo Empresarial de Materiales de Construcción (GEICON), consideró buena idea llevar a su sobrino al desfile organizado este viernes, luego de la suspensión del tradicional Primero de Mayo en la Plaza de la Revolución.
El niño, según los datos ofrecidos por los CDR, estudia en la escuela Solidaridad con Panamá, “un centro diseñado para niños de preescolar a noveno grado con impedimentos físico-motores o retraso mental”, según el sitio oficialista EcuRed.
Inaugurado por el dictador Fidel Castro el 31 de diciembre de 1989, el centro es el único de su tipo en el país y ofrece una “atención diferenciada” a sus estudiantes. Castro planeó la apertura de otros dos en Villa Clara y Santiago de Cuba, pero “a causa del recrudecimiento de la hostilidad norteamericana en aquella fecha, solo pudo terminarse el centro previsto en La Habana”.
Sin su pierna derecha -por razones que se desconocen-, Ardiel debería tener al menos una prótesis, pero, al parecer, la “atención diferenciada” en su caso se limita a proporcionarle una muleta a su diminuto cuerpo y el paquete completo de adoctrinamiento que el régimen cubano expande por sus centros de enseñanza, con el propósito de formar “hombres nuevos” que desfilen los primeros de mayo y cuantas veces se requiera movilizar a masas con una banderita en la mano.
Los familiares del pequeño Ardiel consintieron la utilización de su imagen por parte de Hernández Nordelo, uno de los llamados “cinco héroes” que utilizó hasta la náusea la propaganda del dictador lapidado ahora en Santa Ifigenia.
Responsable del asesinato premeditado de cuatro civiles que participaban en tareas de rescates en el estrecho de Florida cuando la crisis de los balseros, el integrante de la Red Avispa le pone “manos y corazón” a un régimen que lleva más de medio siglo machacando consignas en un mortero donde la vida de los cubanos y Cuba misma se funden con la llamada “revolución”.
En su afán de poder y notoriedad, Hernández Nordelo acaba de escribir una de las páginas más ignominiosas de esa “revolución”, pasando por la trituradora propagandística a Ardiel, otro niño que, como Elián González (el niño balsero) se convierte en víctima de un régimen despiadado e hipócrita, que no vacila en utilizar a las familias cubanas de la manera más cruel, al tiempo que emborrona papeles mojados y se ufana de tener uno de los Código de las Familias más avanzados y progresistas del mundo.
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