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La denuncia de una madre cubana contra un taxista insensible que se negó a llevarla a ella y a su pequeña hija al hospital se volvió viral en Internet.
Susana Fonseca, miembro del grupo de Facebook "La gente de alamar", relató la amarga experiencia que vivió el 22 de abril en horas tempranas de la mañana, cuando su hija de solo un año estaba con falta de aire desde el día anterior.
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Tras llevarla la noche anterior al policlínico donde le administraron un aerosol e hidrocortisona, esa mañana ella y su esposo decidieron llevarla al hospital, pues no mejoraba.
"Me dirigí a la parada del rutero y al ver la cola inmensa que había y la nena con una crisis de sibilancia, mi esposo y yo fuimos a hablar con el chofer de la gacela y explicarle la situación, a ver si de alguna forma nos podía montar para ir al hospital. Pues el chofer se niega, diciendo que no, que él tenía que llegar vacío a la parada, cuando todas sabemos que hasta vienen con el carro casi lleno en ocasiones", relató.
"Me molesté muchísimo porque es la vida de una niña que estaba en juego, y viré y le tomé foto al carro y el chofer que estaba tomándose un café me dice que le tomara una a él también, y por supuesto que lo hice", añadió.
El taxi de marras es uno de los ruteros que los conductores privados arriendan al Estado y los gestionan ellos.
Susana expresó que finalmente llegó al hospital, gracias a que habló con el primero de la cola, y se fue ella con la pequeña.
"Mi esposo llegó ya cuando a la niña le estaban canalizando una vena en el brazo, estuve ingresada cuatro días, aquí les dejo las fotos del carro y del chofer que se negó a llevarme y de mi nena en el hospital. Quisiera más que todo que se hiciera viral y que se tomaran medidas con el dueño del carro, porque parece que el carro es de él", demandó.
Más de mil personas comentaron en la publicación, donde mostraron su indignación con la actitud egoísta del taxista y le recomendaron a la madre de la niña que lo denunciara ante las autoridades.
"Si le hubieras ofrecido una suma de dinero entonces si podía recoger antes de la parada, solo espero que la dirección de transporte haga su trabajo para que otros no sigan ese ejemplo", expresó una madre de familia.
"Como dice usted, a veces llegan al punto de recogida con 2 o 3 pasajeros ya, la diferencia es que esas personas que monta antes le pagan mucho más o son sus amigos, estaría bueno que le quitaran el carro para que sufra lo que se siente, por arrogante", deseó otra.
"Infelizmente estamos viviendo en las miserias humanas, se han perdido los valores, los sentimientos, el problema social es inmenso. Sí, denunciemos cuantas injusticia existan y aunque no se tomen medidas, siempre acuérdate que en esta vida nadie se va sin pagar. Pero gracias a Dios todavía hay personas con buen corazón y pudiste llegar a tiempo a tu destino y tu bebé esta fuera de peligro", comentó una habanera.
"Hay personas que de verdad no tienen corazón ni conciencia, no se ponen en el lugar del necesitado, sin pensar que eso le puede pasar a él. Yo siendo el padre no sé que hubiera hecho en ese momento, porque él diciéndome que le tire una foto tomándose un café y yo viendo mi niña así, ese chofer se traga la taza con todo y café", aseguró un hombre.
"Así estamos los cubanos matándonos unos a otros triste y bochornosa realidad", afirmó una bayamesa.
El maltrato de los trabajadores del transporte, tanto privados como estatales, se suma a los problemas que sufren los cubanos para trasladarse cada día, en medio de una crisis que se traduce en poquísima oferta y precios elevados.
En marzo pasado, un chofer de guagua y su ayudante amenazaron a un pasajero en La Habana cuando este reclamó su derecho a que se respetara la parada del parque El Curita.
El conductor del ómnibus 302 y su ayudante, que cubren la ruta del P4, ofendieron y amenazaron al viajero, según relató en Facebook el periodista oficialista Francisco Rodríguez Cruz (Paquito de Cuba), quien fue testigo del suceso.
Los usuarios Reno Massola y Mildred Legrá Colón presentaron una denuncia ante la empresa estatal de transporte público de la capital para que conocieran del incidente, pero lamentaron que no siempre se contestan los mensajes que se envían.
"Ese es el problema de este país, que quieren que uno use los mecanismos pero, cuando usted los usa, no funcionan y si funcionan se pasan 20 meses en darle una respuesta", refirió una mujer que se identificó como Vivian Rey.
Otros aseguraron vivir experiencias similares en los ómnibus de la capital, con trabajadores sin ningún tipo de educación y que maltratan a los usuarios.
Una internauta recordó cómo exigió a un chofer que no fumara dentro del ómnibus y al no hacerle caso, decidió anotar el número de matrícula para denunciarlo.
"Con tremenda agresividad me dijo que hiciera lo que me diera la gana, que él iba a seguir fumando porque le salía de donde todos sabemos", acotó la mujer.
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