El humorista y filántropo Limay Blanco pidió ayuda a través de sus redes sociales para una familia cubana en situación de vulnerabilidad compuesta por una madre y dos hijos, el pequeño de los cuales solo tiene un carrito y un libro de Jesús para su entretenimiento.
“Necesito que compartan a todos los cristianos y pastores”, dijo Limay en una directa en la que explicó cómo se topó con la precaria situación de esta familia, para la que pidió cualquier ayuda que pueda aliviar su situación de necesidad.
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Emocionado con la facilidad de palabra del pequeño Arian, el humorista conversó con el menor de la familia, que le mostró sus dos tesoros: un carrito de juguete y un cuaderno de “Camino de Vida”, impreso para la divulgación de las enseñanzas cristianas.
“Este niño sabe de Jesús”, dijo Limay, impresionado por la lectura y conversación del menor, así como por la extrema pobreza de sus condiciones de vida.
El humorista, que se encontraba en la barriada comprando un bafle para una iglesia, se topó de casualidad con la vivienda de esa familia y al momento decidió mostrar a sus seguidores las condiciones en las que vivían sus miembros.
La casa, construida como una barraca de madera con techo de tejas de fibrocen y plásticos, tenía suelo de cemento y estaba agujereada por paredes y techos.
“Dios siempre nos va a ayudar a todo”, dijo a Limay el pequeño Arian, hablándole todo el tiempo de la vida de Jesús y sus enseñanzas, y sin pedir nada a pesar de su extrema necesidad, manifiesta en las chanclas que llevaba puestas, de pares diferentes y rotas.
El humorista reconoció que la providencia lo llevó hasta allí y que inmediatamente sintió la necesidad de ayudar a la familia, para lo que pidió ayuda de todas las comunidades religiosas.
“Zapatos, juguetes, una casa… no sé, pero algo tengo que hacer con esta familia para ayudarles”, dijo en su video, compartiendo los datos de una tarjeta para todos aquellos que quisieran hacer una donación.
A comienzos de abril, Limay Blanco hizo entrega formal de una vivienda a una madre cubana que vivía con sus tres hijos en pésimas condiciones, la cual se pudo comprar y amueblar gracias a la ayuda desinteresada de muchas personas.
La vivienda –la número 19 del proyecto humanitario "Cristo Cambias Vidas", que preside el actor- se convirtió en una realidad en apenas tres semanas desde que el humorista inició la campaña para ayudar a la familia necesitada, y contó con la generosidad de una persona que donó 7 mil dólares desde Estados Unidos para adquirir la vivienda.
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