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El gobierno de Cuba se comprometió a construir más de 3,800 viviendas anuales en los próximos cinco años en Pinar del Río, una cifra con la que pretende paliar la crisis habitacional que vive la provincia, agudizada con el paso del huracán Ian y otros fenómenos meteorológicos.
Especialistas y directivos de la Asamblea Provincial del Poder Popular, la Dirección Provincial de la Vivienda (DPV) y el Grupo Empresarial de Comercio ofrecieron detalles y perspectivas sobre esta problemática al medio oficialista Guerrillero.
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El programa de recuperación del fondo habitacional se implementó “a petición de las máximas autoridades del país”, y pretende dar respuesta a todos los planteamientos y necesidades en un plazo de cinco años, lo que equivaldría a más de 3,800 viviendas anuales como promedio durante los próximos cinco años.
El director provincial de Vivienda, Andrés Martín Carmona, indicó que a día de hoy en el territorio existen 102,229 casas damnificadas. De ellas se consideran 12,805 como derrumbes totales y 9,950 como derrumbes parciales.
Con derrumbes totales de techo hay más de 17,000 viviendas, y con derrumbes parciales unas 27,000. Casi 800 edificios multifamiliares y de “tipología uno” precisan de mantas e impermeabilizantes, mientras que en torno a 6,000 viviendas están contabilizadas con perjuicios menores.
“De forma general, en la provincia hemos resuelto hasta este momento 29 077 problemas, para un 28 por ciento. Es cierto que es una cifra ínfima si se mira solo la estadística fría, pero que no quepa duda que trabajamos intensamente porque cada familia tenga su vivienda lo antes posible”, indicó Martín Carmona.
En medio de este complejo escenario, “los recursos no se corresponden con la demanda real que tiene la provincia”. Los módulos de techos son un ejemplo de la ineficaz gestión de los recursos por parte de las autoridades, ya que todos sus componentes no vienen de conjunto, sino que se han distribuido paulatinamente.
“Algo importante con los recursos para techos es que no ha habido correspondencia en la cuantía de todos los elementos que componen un módulo completo. Para que se entienda: hemos recibido más de 137,369 planchas de cinc, y entre las vigas metálicas y las vigas de madera no abarcan para completar los soportes y poder techar con este tipo de cubiertas”, explicó Adaisy González Valdés, directora adjunta del Grupo Empresarial de Comercio.
La misma situación se repite en el caso de las tejas de asbesto cemento. “Se han recibido y vendido alrededor de 222,973”, pero no hay correspondencia con los soportes para montarlas.
Tras el paso de Ian a finales de septiembre de 2022, en Pinar del Río quedaron 106,299 viviendas afectadas. Según los datos ofrecidos por Martín Carmona, desde entonces hasta hoy (seis meses), se han reducido en 4,070 las viviendas afectadas. De mantenerse este ritmo, la solución al total de viviendas afectadas podría demorar hasta 12 años, en función de los daños y las intervenciones que se requieran.
Sin embargo, directivos y especialistas reunidos con la prensa oficialista de la provincia quisieron dejar claro que el plan de la vivienda está concebido para un lapso de cinco años, “razón por la cual algunas familias, dolorosamente, deberán esperar un poco más”.
"Hay familias que aún tienen por techo un nylon a merced del aire, otras ni eso. Hay proyectos admirables que iniciaron, pero aún no se traducen en viviendas dignas para los damnificados, y hay una preocupación mayor entre la gente por la falta de respuestas, en muchos casos, a sus problemas", dijo a comienzos de marzo el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, a cinco meses del paso de Ian.
Por las mismas fechas, el primer ministro Manuel Marrero reconocía el fracaso del programa de vivienda. "El programa de la vivienda en Cuba, es uno de los temas con más impacto social. Cada mes chequeamos su estado de cumplimiento en reunión con los gobernadores. Sabemos que nuestro pueblo espera mayores resultados, y para esto trabajamos".
En una realidad social de extrema pobreza en Cuba, donde las personas no tienen recursos para restaurar sus viviendas, el gobierno no construye casas nuevas, pero potencia la edificación de costosos hoteles.
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