La justicia británica consideró al fondo de capital de riesgo CRF I Limited como acreedor legítimo de una deuda de decenas de millones de dólares contraída por el Banco Nacional de Cuba (BNC), una entidad anterior al Banco Central de Cuba (BCC) a la que el gobierno cubano pretende desvincular de sus operaciones de deuda soberana.
La decisión, tomada por la jueza británica Sara Cockerill, de la Alta Corte de Londres, reconoció este martes que el BCN ya no representa al Estado cubano, papel que corresponde al BCC desde su creación en 1997, pero consideró que CRF adquirió legítimamente los derechos de dicha deuda y por tanto tiene capacidad para reclamar su pago a esa entidad.
El polémico juicio que se sigue en Londres dirimía la cuestión de si CRF, calificada por el régimen cubano de "fondo buitre", adquirió legalmente una deuda externa impagada de la época del dictador Fidel Castro y puede reclamar legítimamente sus intereses a Cuba.
El fallo de la jueza Cockerill ha sido demoledor para las pretensiones cubanas de no responder a sus obligaciones contractuales, reconociendo que CRF adquirió legítimamente una deuda impagada del BNC y sus reclamaciones serán atendidas por los tribunales ingleses, que cuentan con jurisdicción para ello.
“En consecuencia, los derechos y obligaciones de ICBC Standard Bank [filial británica del Banco Industrial y Comercial de China] en virtud de los acuerdos fueron válidamente cedidos a CRF, con el resultado de que CRF tiene derecho a invocar las disposiciones contractuales contenidas en ellos en cuanto a la jurisdicción del tribunal inglés, la renuncia a la inmunidad y la notificación del proceso”, consideró la jueza.
En virtud de ello, la justicia inglesa constató y declaró que el “BNC, en su propio nombre, consintió en la cesión de las deudas representadas por los acuerdos por ICBC a CRF”, y “en consecuencia, las deudas representadas por los acuerdos han sido válidamente cedidas por ICBC a CRF”.
En ese sentido, la magistrada consideró que “el Tribunal tiene jurisdicción para conocer de las reclamaciones de deuda en este documento”, que el “BNC no es inmune a la jurisdicción de la corte de conformidad con la Ley de inmunidad estatal de 1978 [State Immunity Act, 1978 (SIA)]”, y que “se han cumplido las condiciones para la notificación del Formulario de Reclamación sobre la jurisdicción en cuanto al BNC”.
Resolviendo esta cuestión preliminar de la jurisdicción del tribunal inglés, la magistrada se declaró "competente para juzgar las reclamaciones de deuda aquí presentadas" y podrá entrar en el fondo de la demanda en una fecha aún por determinar. Sin embargo, su decisión puede ser aún recurrida.
De acuerdo con la agencia AFP, “la justicia inglesa asestó un revés a Cuba” con esta sentencia que da luz verde a CRF para seguir litigando el cobro de la deuda, lo cual abre “la puerta a un juicio de consecuencias potencialmente graves”.
La Habana intentó cortar de raíz el procedimiento en Londres, asegurando que CRF adquirió los derechos de modo ilegal, recurriendo incluso al soborno de un alto cargo del BNC.
Escudado en esos argumentos, el gobierno de Miguel Díaz-Canel –que desplazó a Londres al ministro de Justicia de Cuba, Oscar Silvera Martínez y a otros altos funcionarios– intentó hacer descarrilar el proceso, pero de nada le ha servido su estrategia.
La reacción de Cuba
Este martes, las autoridades cubanas reaccionaron a la decisión de la jueza Cockerill haciendo una lectura cuanto menos pueril de su fallo y reflejando en la prensa oficialista del país aquellos fragmentos que se pueden interpretar como favorables a los argumentos de Cuba.
"República de Cuba gana pleito en Londres: CRF no es acreedor del Estado cubano. Cuba Ganó también en Londres. Otra vez fallaron los enemigos de la nación. Sus mentiras chocaron contra un tribunal profesional y prestigioso", declaró Díaz-Canel vía Twitter.
En una rocambolesca interpretación del fallo de la magistrada inglesa –publicada este martes en Granma–, el vocero del régimen cubano Humberto López afirmó que “la sentencia acoge el planteamiento sostenido por la parte cubana durante el proceso y desestima la reclamación de CRF contra el Estado cubano”.
López, que estuvo durante las audiencias celebradas en Londres y fue abucheado por activistas cubanos en la capital británica, reafirmó los argumentos de La Habana ya desestimados por Cockerill y sostuvo, contrario a lo establecido en el fallo, que “la República de Cuba es inmune a la jurisdicción inglesa y no tiene obligación alguna de responder con su patrimonio ante esta demanda”.
“De acuerdo con la sentencia, CRF no es acreedor del Estado cubano, lo que significa que la República de Cuba queda fuera del pleito. En lo adelante el proceso continuará solamente contra el Banco Nacional de Cuba, quien tendrá derecho a establecer las reclamaciones que le permite la ley inglesa”, concluyó el vocero.
La interpretación de López, publicada en Granma, se aferra a lo expresado en la sentencia acerca de que el BNC no cuenta con capacidad legal ni autoridad para representar al país.
"Nos complace que una jueza superior de la Alta Corte inglesa haya reconocido a CRF como un acreedor responsable, y no como un fondo buitre, contrariamente a las afirmaciones cubanas. Esta decisión reafirma nuestro compromiso de hacer negocios de forma ética y responsable", afirmó David Charters, presidente de CRF, en un comunicado en el que invitó a las autoridades cubanas a trabajar “para encontrar una solución mutuamente beneficiosa”.
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