El Ñato y el periódico de ayer

Presidente cubano lleva días invicto en el disparate.

Díaz-Canel y Raúl Castro © Estudios Revolución
Díaz-Canel y Raúl Castro Foto © Estudios Revolución

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Este artículo es de hace 1 año

El Ñato lleva días imbatible en el disparate; leyendo continuamente periódicos de ayer; que fue éxito salsero en voz de Héctor Lavoe, pero que desafina en cada evocación a la antigüedad del presidente cubano.

Para Díaz-Canel los problemas de Cuba se reducen a la maldad de Estados Unidos; incluida la ola migratoria que lanzó contra Washington, tras su llamado a la guerra civil en julio de 2021 y el encarcelamiento de más de 700 manifestantes. ¡Vaya novedad!


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Tras salir de votar; soltó un disparate contra la privatización; cuando su gobierno está embarcado en una ola privatizadora que alcanza hasta las cafeterías del aeropuerto "Antonio Maceo", aunque sigue sin llegar a Coppelia.

El Ñato manifestó preocupación por la emigración cubana, recordó que algunos no puedan ejercer su profesión en el extranjero por dificultades para homologar sus títulos universitarios. Sorprende tamaña sensibilidad en quien como ministro de Educación Superior desató una de las peores operaciones de limpieza ideológica en las universidades.

Si tan preocupado anda el presidente por los emigrados; que ordene a la ministra de Trabajo que ratifique el convenio iberoamericano de Seguridad Social, que posibilitaría redondear las pensiones de cubanos que viven en naciones firmantes del pacto y que emigraron con dilatada trayectoria liberal en Cuba.

En la Cumbre Iberoamericana, acabada de celebrar en República Dominicana, el Ñato tuvo la desfachatez de apostar por lo que no tiene ni brinda al pueblo cubano: un mundo más justo, solidario y sostenible.

También en Santo Domingo el presidente evocó el machete mambí, con el pretexto del 128 aniversario del Manifiesto de Montecristi; delante del Rey de España; nación a la que Cuba debe más de dos mil millones de euros, una lengua y cultura común. Cuando Díaz-Canel imita a López Obrador se vuelve sublime.

Felipe VI había definido el foro iberoamericano como espacio de afectos y respeto, pero Díaz-Canel no escuchó al monarca.

Como no hay dos sin tres, el Ñato abrió fuego con la vieja soflama castrista sobre la independencia de Puerto Rico, solo reclamada por un puñado de boricuas y La Habana, pero el gobernador de la isla vecina lo sacudió de lo lindo, recordando que los independentistas no ganan elecciones.

Aquí creemos en la democracia, y se debe respetar el deseo de la mayoría de nuestro pueblo a favor de la Estadidad y la Igualdad bajo la bandera de los Estados Unidos. Le recomiendo que se enfoque en liberar a su pueblo del yugo del comunismo, que solo ha traído miseria y dolor al pueblo cubano; respondió el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia.

Este Ñato caprichoso no hay día que no enoje a los cubanos sensatos, incluidos revolucionarios que se avergüenzan de sus ocurrencias y de su suicida vocación por los periódicos viejos; aunque en su particular campaña electoral de dos meses de duración, anduvo preguntando a los jóvenes si en los trabajos los dejan criticar y sugerir soluciones.

No jodas, Díaz-Canel; al menos intenta ser serio, ya que no consigues ser eficaz ni simpático.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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