La madre de Elimay Rivero Núñez, residente en Santiago de Cuba, se fracturó un dedo del pie derecho y en el cuerpo de guardia del policlínico donde la atendieron le inmovilizaron la extremidad con precinta, gasa y algodón.
"Esto no es meme", escribió la mujer en su perfil de Facebook al compartir una foto, donde se observa el pie de la señora con un vendaje poco ortodoxo.
Posteriormente, Rivero Núñez contó que gracias a un donativo, pudo ponerle un "yeso de verdad" en el pie a su mamá, para que así se recupere satisfactoriamente.
"Tuvimos que buscar la precinta y la gasa. Menos mal que tenían algodón. ¿Qué puedo decir? ¡Cada día me siento más orgullosa de este país!", exclamó con ironía.
El déficit de medicamentos e insumos en Cuba es un problema que sufren muchos ciudadanos y cada vez son más frecuentes las quejas de pacientes y familiares.
En el mercado informal un yeso puede costar hasta 4,500 CUP, precio impagable para muchos ciudadanos, que mientras tanto deben conformarse con inventos y soluciones temporales.
La música Ariadna Machado denunció a finales de enero, que en el Hospital Ortopédico "Fructuoso Rodríguez", de La Habana, había déficit de material para atenderle un brazo fracturado.
Gracias a la presión popular, la contactaron de esa institución sanitaria y le dieron el tratamiento que necesitaba y comenzó su recuperación.
"Fui atendida debidamente y me pusieron el yeso, gracias a ustedes", dijo.
Otros, como el marido de la activista cubana Marisol Peña Cobas, han corrido con menos suerte.
El hombre sufrió un grave accidente y en un hospital de Camagüey le inmovilizaron la extremidad dañada con una pieza plástica, perteneciente a una lámpara.
"Pasó la noche casi sin dormir con dolor y con la incomodidad del pedazo de plástico que le pusieron en la pierna para inmovilizarlo", explico la mujer, a inicios de este año.
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